El por qué de la reforma de la seguridad social (II)
Jorge Macera Perrone
 

Viene del número anterior: El por qué de la reforma de la seguridad social (I)

Cómo era el sistema antes de los actos institucionales n.º 9 y n.º 13.

El sistema que se aplicaba en el pasado tuvo muy importantes variantes, y detallaremos para conocimiento de los jóvenes algunas de ellas y sus consecuencias.

Por ejemplo, en la industria del vidrio, con cuarenta y cinco años de edad se obtenía la jubilación, de acuerdo al promedio del último año. Hasta las traductoras de inglés que concurrían dos veces por semana dos horas, se jubilaban por la ley insalubre de la industria del vidrio.

El sector guano de la industria frigorífica, donde el trabajo no era insalubre, pero sí las condiciones en que se realizaba, se jubilaba con un cómputo de 3 x 2.

El sector pintura de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), donde hasta los funcionarios del sector administrativo estaban amparados al régimen de insalubridad.

El sector de vía y obra de AFE, donde también estaban amparados los funcionarios administrativos a la ley insalubre.

Las jubilaciones especiales, por ley madre, de modista, etcétera, que en el constituyente fue una realización loable, pero luego fue totalmente distorsionada por los propios trabajadores.

Las presiones que los sindicatos realizaban en el Parlamento ante la Comisión de Legislación Laboral de la cámara baja, con el fin de obtener ante un conflicto gremial préstamos de treinta jornales, no reintegrables, con cargo al Banco de Previsión Social.

En el sistema anterior a los actos institucionales n.º 9 y n.º 13, el promedio jubilatorio era el de los últimos doce meses o último año. Este sistema otorgaba el 80% del promedio, y era para la época lo más justo, pero ¿qué sucedía?, los trabajadores realizaban enormes cantidades de horas extras, cobraban viáticos, etcétera, llevando el promedio de los últimos doce meses o último año a montos muy por encima de lo que habían percibido el año anterior con actividad normal al de solicitud de su jubilación.

Esto provocó, sumado a los demás beneficios por leyes especiales, una evasión varias veces superior al ingreso de aportes al Banco de Previsión Social. Sumado a ello, la cantidad de trabajadores en negro. Con relación a este hecho, les diremos que los inspectores del Banco de Previsión Social, que salían periódicamente a realizar inspecciones y sabiendo que todas las empresas tenían personal en negro, les agregaban a la lista del personal, tres, cuatro, cinco o seis NN, lo que luego siguió distorsionando el sistema ya que muchos trabajadores teniendo conocimiento de esa situación y faltándole años de servicios, se declaraban trabajadores de esas empresas, cuando muchas de ellas ya habían clausurado; y como decía NN, le reconocían los servicios.

Hoy el sistema es injusto, no premia a quien ha trabajado toda la vida, no le permite vivir, no con lujo, sino con un mínimo de ingresos de decoro, sumergiéndolo cada vez mas en una crítica situación económica.

¿Qué debemos hacer?

Tenemos que el artículo 53 de la Constitución de la República dice: «El trabajo está bajo la protección especial de la ley». El artículo 54 de la Constitución de la República dice: «La ley ha de reconocer a quien se hallare en una relación de trabajo […] la justa remuneración».

Y vemos con asombro que en la realidad los hechos nos muestran otra cosa muy distinta. Lo que percibe un trabajador del transporte, por ejemplo, varía de acuerdo a la empresa en la que trabaja, tomando en cuenta solo las líneas urbanas y suburbanas; el propio estado tiene trabajadores de 1º, 2º y de 3º, donde todos reciben remuneraciones diferentes, por una misma tarea, y ni que hablar si vemos lo que percibe un pasante, un contratado, o un contrato de obra.

Sin ir muy lejos, los contratos de la Intendencia de Montevideo (IM) para el barrido otoñal, no establecen el mismo el sueldo que el que perciben los funcionarios municipales de barrido y recolección de residuos, y tampoco es igual al ridículo sueldo que se le abona a los trabajadores de barrido y recolección de residuos de empresas privadas contratadas por la IM.

Entonces empecemos en forma simultánea a la reforma de la seguridad social a ajustar todos los sueldos, a igual función igual remuneración. Si la propia Constitución de la República, en su artículo 8º dice «todas las personas son iguales ante la ley», entonces por qué hacemos discriminaciones odiosas, nada mas ni nada menos, que con el sustento diario de un trabajador y su familia.

¿Qué logramos con el nuevo sistema? Atacar los principales problemas de los trabajadores hoy, jubilados mañana.

Disminuir el peso de la seguridad social sobre las finanzas del Estado, a través de igualdad de sueldos, aportes, sin distinciones, haciéndole ver al trabajador cuáles son sus beneficios y cuáles sus desventajas, sin que ello perjudique a los actuales jubilados.

El trabajador debe comprender que cuanto más alto es su sueldo, mayor será el aporte al Banco de Previsión Social, y mayor será el monto jubilatorio que obtenga al final del camino.

Haciéndole ver que al efectuar los aportes que corresponden se disminuye la evasión, caso similar a lo que rige para el IVA, si todos pagamos hoy, mañana podemos pagar menos, porque no hay evasión.

Esto le ofrece mayores expectativas a las nuevas generaciones, que se verán estimuladas para su futuro.

También le da a los jubilados la seguridad de continuar cobrando su pasividad y los aumentos correspondientes, como marca la Constitución de la República en su artículo 67.
A la mayoría de los pasivos de Europa, les están llevando los topes mínimos de retiro de actividad a sesenta y dos años las mujeres y sesenta y cuatro los hombres, encontrándose a estudio la posibilidad de igualarlos a todos en los sesenta y siete años de edad, porque las cajas de seguridad social no soportan más el déficit que el sistema viene generando.
Europa a nuestro entender cometió un error, todos se ajustaron al modelo de España, pero las economías son muy diferentes, basta con ver qué es lo que pasa hoy. Grecia ha caído en una debacle económica imposible de parar hasta el momento y la poderosa Alemania ha tenido que poner freno a la salida de capitales a fin de auxiliar a quienes se les cayó la economía, como a Grecia, a la que le otorgó hace poco y por última vez un préstamo de 300 millones de dólares.

El Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea, el Banco Central de España y el gobierno griego acordaron que empresas de hasta ciento cincuenta empleados  —donde antes se despedía por mes al 2% de los empleados—, esa cifra pueda elevarse hoy al 5%, mientras que las empresas con menos de veinte empleados no tienen límite para despedir. El despido se abona en cuotas, la primera al momento del despido y las siguientes cada dos meses.

Es obligación trabajar una o dos horas más por día para la recuperación, sin obligación del pago de horas extras, tal como sucedió luego de la Segunda Guerra Mundial en Alemania.
Se suspendió el pago del 13º y 14º sueldo.

El cálculo básico jubilatorio fue primero del último año, luego de los tres últimos años, posteriormente de los últimos diez años, y ahora con la reforma se calcula un promedio de todos los aportes efectuados sin actualizar.

Y lo último, el gobierno de Grecia ha despedido de una sola vez a treinta mil funcionarios públicos.

España con una creciente desocupación, un alza insostenible del costo de la vida, ha visto paralizar empresas. La crisis llegó a la propia Casa Blanca, donde debieron realizarse grandes economías en los gastos, llegándose a sustituir a muchos funcionarios de la misma, incluso la reducción de gastos alcanzó a todas las Embajadas de Estados Unidos.

Tal  lo que viene sucediendo en España y otros países, muchos uruguayos han debido armar sus valijas y encontrarse en la dolorosa situación de volver al Uruguay, viendo fracasados sus sueños.

Debemos de proteger nuestro sistema de seguridad social, no administrar para conseguir votos, sino administrar para dar mayor bienestar a quines trabajaron y trabajan.
No es posible que el  Banco de Previsión Social esté pagando, a través del Ministerio de Desarrollo Social, subsidios de $ 6.000 a quines no trabajan, a la vez se les abona la asignación familiar, más una canasta de alimentos por mes.

(El Banco de Previsión Social, a través del su presidente el señor Ernesto Murro, hizo un aporte de 90 millones de pesos para realizar un hogar de ancianos, y nosotros nos preguntamos ¿dónde están los fondos para vivienda de los pasivos? Si dicho fondo ronda los 180 millones de dólares, ¿por qué no se construyen las viviendas para los pasivos? ¿O es acaso que con esos 90 millones de pesos buscamos votos, tal como lo hizo el señor Murro al anunciar un aumento de las pasividades de un 15% antes de las elecciones, para posteriormente darle a los jubilados un 11% de aumento?).

¿Es que de esta manera pretendemos que esas personas salgan a buscar trabajo?

¡No!

Mientras que a los que realmente trabajan, —el caso de los de barrido por contrato otoñal— les pagan lo mismo por trabajar, pero en bruto, y atrás vienen los descuentos legales.

¿Por qué —ya que queremos ayudar a quienes se encuentran sin trabajo, y percibiendo $6.000 más asignación familiar y una canasta de alimentos por mes—, no los invitamos a que lo compensen, realizando una tarea de barrido de plazas, parques, rambla, etcétera, y así de esa manera incentivar el trabajo y no la holgazanería?

Defendamos y fortalezcamos el sistema de seguridad social, no lo destruyamos en procura de conseguir unos votos.

 
Al principio de la página
Todos los artículos

 

Otros artículos en la edición enero 2012
 
Editorial enero 2012
Liber Trindade
 
El negro Aladín y su as en la manga
Liber Trindade / Félix Tusso
 
El turismo y sus distintas concepciones
Williams Read
 
Liga Montevideo Norte de Deporte
Nelson Barraco
 
Montevideo Slow
Diego Plada
 
A propósito de batllismo
Dante Nieves
 
Nota de tapa: Mi vecino de arriba
Liber Trindade
 
Nuestra Aduana y puestos fronterizos
Liber Trindade
 
Una historia de fútbol y Navidad
Ionatan Was
 
Las fases del neocomunismo o socialismo del siglo XXI
Jorge Macera Perrone
 
Hoy voy a confesar algo que no cuenta en las estadísticas
Cristina
 
Conversamos con Raquel Rojas
Cinthya Trindade
 
Respeto (I)
Melissa Trindade
 
Respeto (II)
«Una Hormiga Colorada Más»
 
Murió por descuido y desnutrición
José Píriz
 
El por qué de la reforma de la seguridad social (II)
Jorge Macera Perrone
 
El Frente Amplio y los grandes medios capitalinos
Nery Pinatto
 
Todos los artículos

 

 

Archivo | Artículos | Lectores | Créditos
Las imágenes y opiniones vertidas en los artículos y espacios contratados son de exclusiva responsabilidad de sus autores
© 2012 Al día