• Inicio
• Artículos
• Archivo
• Lectores

Siempre me ha causado mucha gracia cuando aparece en el informativo que en un procedimiento la Aduana ha incautado algo, contrabando, drogas, en general por actitud sospechosa o los nervios que evidenciaban los involucrados.

No me cabe duda de que son casos entregados, ya que he cruzado cientos de veces por las aduanas y prácticamente no controlan nada.

A fin de año crucé rumbo a Brasil por el Chuy, en territorio uruguayo nadie te controla, a unos kilómetros en territorio brasileño tenés que hacer los trámites de migración, te bajás, presentás los documentos del vehículo y de los acompañantes, te sellan el pasaporte y un formulario, con lo cual ya podés seguir, nadie controla cuántos ocupantes realmente van en el coche, ni siquiera qué es lo que llevás. Supongo que porque a los brasileños no les interesa lo que ingresa al país y a los uruguayos tampoco les interesa si sacás a un niño fuera del país en forma ilegal.

Al regreso, como era domingo e iba a estar complicada la ruta por la costa, ingresé por Yaguarón, me acordaba que había un cartel del lado uruguayo que decía control integrado, por tanto crucé el puente, sin ningún control, y me dirigí a la Aduana que está a pocos kilómetros en territorio uruguayo. Al llegar allí me indicaron que debía hacer primero el trámite en la Aduana brasilera, que estaba un kilómetro y medio antes del puente, volví sobre mis pasos buscando la Aduana, los carteles no son claros, hay que ingresar por una calle perpendicular a la ruta y a una cuadra y media, allí se realiza el trámite, a la intemperie, bajo un toldito, te reciben el formulario y te sellan el pasaporte, tampoco les importa qué es lo que transportás, ni cuántos pasajeros.

Volví a la Aduana uruguaya y le avisé a los muchachos, miren que estoy ingresando al país con mis hijas, para que les quede el registro que por aquí pasé.

Situación similar, he comprobado durante años en todos nuestro puestos fronterizos, simplemente te la complican para que lleves las partidas de nacimientos de tus hijos, que prácticamente son un papel de estraza ilegible, que en nada garantiza que el niño que llevás sea el del papel, no te aceptan la cédula de identidad que por lo menos tiene la foto, junto a la libreta de matrimonio.

Por tanto no me quedan dudas de que al país ingresa y sale lo que cada uno quiera, estamos en manos de la buena acción de la gente y todos lo saben.
Del lado brasilero por lo menos tienen un escáner para los documentos, del lado uruguayo hay que llenar a mano unos formularios, que luego resultan ilegibles para los funcionarios, atraso total por donde se lo mire.

Otro detalle que puede resultar menor ante todo esto, es el estado de los puestos de Aduana, deberían estar impecables por ser la primera puerta al país, tener baños dignos, que son una vergüenza, si además los comparamos con cualquier baño al que uno puede acceder en territorio brasileño, con dispensador de jabón, toallas de papel, papel higiénico y sobre todo limpieza, situación similar que muestran por ejemplo las estaciones argentinas que están impecables.