«El fin justifica los medios» o «la política sobre lo jurídico»
Martín Bueno
 

La frase de nuestro presidente José Mujica, «la política primó sobre lo jurídico», podríamos decir que ha sido una de las frases más repetidas y analizadas en las últimas semanas. Esta frase, pero sobre todo esta ideología, tiene consecuencias terribles tanto en los grandes temas como en los pequeños y diarios, produciendo una cascada de «desinstitucionalización» terrible.

Analicemos y expliquemos un poco esta frase y veamos cómo se aplica a diario en la Intendencia de Montevideo, provocando un descalabro institucional y de garantías terribles.

Uruguay es un país democrático, republicano y que vive en estado de derecho. Un país donde los derechos humanos se reconocen e intentan defender constantemente, aunque muchas veces se fracasa.

En un país de estas características, siempre hemos estado bien ubicados en los «rankings» de institucionalidad y democracia. Esta frase y esta ideología de José Mujica es terrible. Significa básicamente que el fin justifica los medios y que por tanto si mi fin es loable lo hago de la manera que sea.

La humanidad a lo largo de décadas ha intentado erradicar esta ideología, porque es la que ha producido los atropellos más grandes a las personas y sus derechos y en general ha sido el argumento clave de toda dictadura, sea de izquierda o de derecha. Con esto solo queremos decir que las instituciones se debilitan, en Uruguay aún estamos bien, pero señal de alerta, vamos en bajada.

Esta máxima, «lo político sobre lo jurídico», es peligrosa. Quién determina cuáles son los fines loables y cuáles no, justamente qué es bueno y qué es malo, es tan subjetivo que el desarrollo humano ha resuelto que es mejor otorgar garantías en el orden jurídico, garantías y reglas objetivas con las cuales hay que convivir a efectos de desarrollar los objetivos políticos dentro de este marco. Este marco siempre garantiza los derechos de las minorías y de los más débiles, en definitiva, la base de la democracia republicana y garante de los derechos fundamentales.

Este asunto de «alta política» tiene implicancias concretas en las tareas diarias, y vamos a ver un ejemplo pequeño de cómo el fin justificó los medios. El Municipio E gastó en su cabildo $ 850.000, suma igual a la de los otros siete municipios conjuntamente. Este gasto fue en su mayoría ($ 770.000) a efectos de imprimir y  distribuir una revista.

Sin perjuicio de cuestionar lo desatinado del gasto, cuando comenzamos a analizar cómo se realizó y a quién se adjudicó este gasto inverosímil, descubrimos que el gasto se realizó mediante el fraccionamiento de compras a efectos de no convocar a licitación. O sea, como por el monto del asunto correspondía licitar, la alcaldesa resolvió fraccionar el gasto a efectos de que ello no ocurriera, engañando así a la norma y realizando un gasto absolutamente ilegal. Consultada la alcaldesa, confirmó los hechos y afirmó que se realizó porque si no, no daban los tiempos y era pertinente hacer la publicación. Tranquilamente confirmó haber realizado un gasto ilegal y tranquilamente lo defiende y esto lo hace en nuestra opinión porque en el fondo radica la concepción de que el fin justifica los medios. Obviamente de esta manera la transparencia es cada vez menos, ya que con cualquier excusa política loable o no podría evitar las licitaciones.

Este es un simple ejemplo que muestra toda la magnitud de la situación, en definitiva, grande o chico es un mal que debemos eliminar de nuestras estructuras políticas y burocráticas, las normas están para cumplirse y punto. Si políticamente existe una voluntad contraria a una norma o la norma es un obstáculo no se debe obviar la norma, simplemente se debe modificar mediante los mecanismos correspondientes. Si la alcaldesa Camarán, por cuestiones de tiempo y mala gestión que son de propia responsabilidad (sabemos que hay un cabildo por año desde que fue sancionada la ley), quiere realizar todo por compra directa porque es más rápido, que proponga modificar la norma para que pueda hacerlo; pero «jopear» la norma porque el fin es loable es una de las actitudes que va minando la democracia y bajando el nivel institucional del cual gozamos.

 
 
 
Al principio de la página | Todos los artículos | Todas las notas de Martín Bueno

 

Otros artículos en la edición Julio 2012
Números anteriores | Todos los artículos | Todos los columnistas
 
Editorial Julio 2012: Emergencias, basura, Pluna y más...
Liber Trindade
 
No te fallé

Sylvia Clavares Marichal

 
¿Curados de espantos?

Dora Granadillo-Goitía

 
Cooperativas de clasificadores

Juan Andrés Vernengo

 
De «troncas» y «troncos»

Miguel Rodríguez

 
De aquí en más, ¿qué?

Ramiro Gómez

 
Montevideo Contigo (V)

Liber Trindade

 
Deportes

Víctor Martino Huelmo

 
Pluna
Liber Trindade
 
En tapa: Avenidas por venir

Liber Trindade

 
Ha finalizado la temporada alta de turismo 2011-2012 (II)

Jorge Macera Perrone

 
Más y mejor Mercosur, ¿comercial, jurídico o político?

Jorge Castro Latorre

 
 
Números anteriores | Todos los artículos | Todos los columnistas
 

 

 

Archivo | Artículos | Lectores | Créditos
Las imágenes y opiniones vertidas en los artículos y espacios contratados son de exclusiva responsabilidad de sus autores
© 2012 Al día