Un acuerdo imprescindible |
Walter Alfaro |
Una de tres opiniones en este número sobre el acuerdo entre el Partido Nacional y el Partido Colorado de cara a las elecciones municipales de 2015. |
La polémica en torno al posible acuerdo para presentar un nuevo lema que permita que los partidos Nacional y Colorado se presenten juntos a la elección departamental montevideana en el 2015 ha agitado las aguas internas de ambos partidos y dado pie para las más diversas argumentaciones y los más extremos disparates. En primer lugar es necesario precisar que la creación de un nuevo lema (un nuevo partido político) es el único mecanismo posible y viable sin modificar la Constitución. En segundo lugar, este nuevo partido sólo actuaría en Montevideo, ya que se abstendría de participar en los demás departamentos. En tercer lugar es de la máxima importancia comprender que ambos partidos mantendrán intacta su existencia formal, ideológica y política, presentando dentro de ese nuevo lema sus propios candidatos. El nuevo partido solo existirá a los efectos de recuperar Montevideo, ganando la elección departamental y llevando adelante la gestión eficaz que nuestra ciudad necesita y que el Frente Amplio no ha sido capaz de concretar. Para limpiar la ciudad, iluminarla, reparar pavimentos, ordenar el tránsito, racionalizar el transporte público y lograr una administración eficaz y transparente de los enormes recursos disponibles, no es necesario acuerdo ideológico alguno y ningún montevideano lo reclamará. Sí es necesario saber cómo hacerlo y a elaborar esa plataforma de medidas y compromiso debemos abocarnos. Lo que sí reclamará el montevideano (y por cierto que lo viene haciendo por años) es que el dinero que aporta a través de los más variados y abundantes impuestos se destinen a mejorar la ciudad y la calidad de vida de los que la habitamos. Es totalmente inconducente y perjudicial para los montevideanos que blancos y colorados nos enzarcemos en discusiones internas sobre si el acuerdo significará una pérdida de identidad o si seremos avasallados por la capacidad de maniobra del aliado. Poca es la confianza que tienen los que levantan esas dudas en la fortaleza de nuestro partido y en la firmeza de nuestras convicciones. Menos aún debemos preocuparnos por los ataques que el Frente Amplio descargará sobre nosotros. ¿Acaso pensamos que si vamos a las elecciones sin el acuerdo no nos atacarán? Es ingenuo el argumento. Además, y no es por cierto el argumento central a favor del acuerdo, la enorme mayoría de blancos y colorados apoyan la idea. Una vez más en la vida política de los partidos, la cuestión es entre seguir como vamos y volver a presentarnos una y otra vez a elecciones departamentales que no podremos ganar o llevar adelante esta iniciativa. Estamos ante una oportunidad única de recuperar Montevideo para darle a sus habitantes el gobierno que merecen. Que nuestros prejuicios no nos impidan aprovecharla. || |
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