Kibón: un «tute» de Ana Olivera |
Edil departamental de Montevideo Dr. Martín Bueno |
La Intendencia de Montevideo (IM) ha licitado y adjudicado el conocido «Parador Kibón». Punto emblemático de la rambla montevideana, punto de encuentro, mateadas y disfrute. Un lugar democrático donde todos los montevideanos pueden acudir a disfrutar de la hermosa vista de la playa Pocitos. Ese punto emblemático hace ya muchos años se encuentra deprimido y mal aprovechado ya que el «Parador Kibón» estaba pésimamente utilizado, e incluso copados sus alrededores muchas veces por actividades que excluyen a la mayoría de montevideanos, como son las vinculadas a los autos y motos «tunning». En este sentido, es que la IM correctamente busca nuevos interesados para revitalizar dicho punto, mediante la herramienta de la concesión, o sea, que un privado a cambio de un precio lo explote comercialmente. Lamentablemente la IM ha actuado en esta materia como la hace en otras, ineficientemente, con una falta de gestión brutal y finalmente incurriendo en actos de negligencia alarmantes que ponen en riesgo todo el proceso licitatorio. Al proceso licitatorio se presentó un único oferente, el cual no acredita los requisitos establecidos en el pliego de condiciones. En este sentido vamos a poner varios ejemplos de los gruesos incumplimientos, ante los cuales la IM ha hecho la vista gorda: a) La propia IM solicita un aval bancario, este nunca se presenta y la IM no cuestiona la no presentación. b) Se alega la existencia de una garantía de USD 500.000 en una cuenta bancaria, pero al acreditarse la existencia de dicho monto se agregan estados de cuenta por un valor diez veces menor. c) No se presenta un estudio de mercado ni un plan de negocios, existiendo únicamente una carpeta bien redactada con frases y expresiones bonitas. d) Ni la sociedad anónima ni los socios de esta acreditan solvencia financiera ni antecedentes suficientes. A tal punto que en el caso de los antecedentes de uno de los socios se presentan tarjetitas de discoteca con chicas semidesnudas. El combo de falta de cumplimiento de formalidades y ausencia de garantía en la solvencia financiera para el proyecto provocó que en la Junta Departamental manifestáramos esto mismo y no votáramos la adjudicación, siendo aprobada únicamente con votos del oficialismo. Actualmente, la adjudicación fue observada por el Tribunal de Cuentas, de mayoría oficialista, o sea, las carencias de garantía son tan gigantes que el Tribunal de Cuentas, un órgano independiente y de mayoría oficialista ha establecido que el proceso debe ser observado. La situación no resiste análisis. Está claro que los privados tienen la libertad de presentarse y hacer lo que crean más conveniente, pero también está claro que la administración pública debe velar por las garantías para los ciudadanos. Ahora la palabra la tiene nuevamente el oficialismo, el cual podrá aceptar o rechazar las observaciones del Tribunal de Cuentas. Creemos que es mucho más sano retrasar un poco más las obras pero tener un adjudicatario que brinde todas las garantías del caso. A pesar de lo manifestado, si el oficialismo igualmente le da para delante, esperamos que los astros se alineen y que «Kibón» no sea un nuevo «Hotel Carrasco», sino que tengamos en poco tiempo un lugar para el disfrute de todos. |
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