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La crítica no dio tregua con los malos comentarios sobre Diana, el film que recrea los dos últimos años en la vida de la princesa Diana de Gales. No solo fue mal recibida la cinta del director alemán Oliver Hirschbiegel (La caída, Invasores) y protagonizada por la actriz Naomi Watts (Lo imposible, La llamada), sino que también generó una rasposa polémica tras su première en Londres. Se la acusa de fantaseo sobre la vida y milagros de la «princesa del pueblo» y poco se habla del trabajo de la actriz que podría haberse visto comprometida en su carrera al asumir tal complejo papel. The Times apenas salva la interpretación de Watts en una película a la que la tildan de «atroz», «invasiva» y «fantasiosa». «Pobre princesa Diana», escribe Peter Bradshaw, crítico de The Guardian. «Lo cierto es que dieciséis años después de ese terrible día de 1997, Diana muere una segunda vez de manera horrible». Otras críticas se refirieron a la película como «sensiblera» y «decepcionante» y auguran que supondrá un trance «doloroso» para los hijos de Diana, Guillermo y Enrique, que tienen una nula aparición.

Muchos esperábamos «matonaje real» y enterarnos de «secretos oscuros» que en la película no encontramos, dejándonos con las ganas de entrar un poco más en el mundo de la Corona.

Básicamente, se cuenta el romance «secreto» de Lady Di con Hasnat Khan, el cirujano paquistaní residente en Londres al que muchos amigos de la princesa describen como su gran amor y al que llamaba Mr. Wonderful (Sr. Maravilloso). Basada en el libro de Kate Snell Diana: her last love (Diana: su último amor, 2001), el film sugiere que Lady Di coqueteó con Dodi Al Fayed para dar celos a Khan, una versión que se cuestionan todos sus allegados. Khan, de cincuenta y cuatro años y cardiólogo en un hospital londinense, jamás reconoció su presunta relación con la princesa. Solo expresó «lamento que la película se base pura y exclusivamente en “rumores”».

Los grandes puntos a favor se los lleva la estética. El vestuario de Diana está muy bien realizado y juega un papel prioritario como parte importante de la imagen con la que la gente está familiarizada. El diseñador de vestuario es Julian Day (Rush, Nowhere Boy), que se centró en una paleta de colores sencillos, azul marino, negro, beige y crema. Day contactó con varios diseñadores para reproducir algunos de los conjuntos. Versace, uno de los diseñadores favoritos de Diana, reprodujo el vestido azul exacto que llevó Diana al evento de Victor Chang en Sidney. El creador londinense Jacques Azagury, otro de los diseñadores favoritos de Diana, les prestó dos de los vestidos que llevó la propia Diana. «Proporcionalmente, le sentaban a la perfección a Naomi y solo tuvimos que alterarlos ligeramente». «Lo que hemos hecho ha sido reproducir su estilo, más que copiar cada prenda. Puede que a algunas personas les guste eso y a otras no, pero no estamos haciendo un documental. Hay muchas ocasiones en las que la gente no sabe lo que llevó, así que me lo tomé como un diseño completo, en lugar de reproducir prendas individuales». Para las escenas más representativas de la película, el equipo de realización opinaba que el vestuario tenía que coincidir exactamente, porque se trata de imágenes vistas ya muchas veces. Eso incluye la entrevista con Bashir, la gala benéfica de Victor Chang y la cruzada contra las minas de Diana. «Como estas escenas son tan famosas, era importante no sacar a los espectadores de ellas», explica Day.

Naomi Watts luce igualita a la princesa Diana. Prefirió no usar peluca y realizarse el cambio de look en el cabello, que luce tal cual Diana lo usaba. Además logra imitar la tímida mirada que enamoró a todos los seguidores de la princesa más polémica de la historia de la realeza. La siguiente característica definitoria de Diana era su nariz. Según la actriz sus narices son completamente distintas, «así que quería algo que diera más fuerza a la mía, sin distraer demasiado». Al final y tras probar distintas opciones, se decidieron por un pequeño prostético para el caballete de su nariz. Pese a añadir pelucas y nariz, el director afirma que todo estaba en los ojos. Eso implicaba el uso de gran cantidad de rímel y, para la entrevista de Bashir, un lápiz de ojos especialmente fuerte. Watts también se afeitó las cejas para que se parecieran más a las de Diana. El maquillaje era en realidad muy simple, pero sus ojos siempre tenían algo increíble. Podían cambiar de mostrarse muy tímida y vulnerable a un intenso contacto visual que resultaba casi desafiante. Gracias a sus ojos, la historia podía contarse a menudo con una simple mirada.

Además de adoptar algunos de sus rasgos físicos, Watts tuvo que acostumbrar a su rostro a moverse en dirección contraria. «Mi cara tiende a ir a la derecha, pero la de Diana va hacia la izquierda, así que tuve que aprender a usar ese lado. La verdad es que fue difícil acostumbrar a mi cara a moverse al contrario». ||

Llega el esperado estreno de una historia que muchos ya dirán «conocida», hablamos de Drácula, por NBC, que intentará sacar provecho de la buena pasada y popularidad que está teniendo en la TV lo que son las series de terror y suspenso (American Horror Story, The Walking Dead, True Blood) y entregará una nueva visión sobre la clásica historia sangrienta de Bram Stoker.

Para interpretar al personaje principal, llega de protagonista el joven Jonathan Rhys Meyers en su segunda participación de importancia en la pantalla chica, luego de protagonizar The Tudors, el drama histórico de Showtime. Durante siete meses, Jonathan Rhys-Meyers se mudó a Budapest, Hungría, para transformarse en Drácula, el vampiro de la novela de Bram Stoker, basado en la figura de Vlad Tepes, príncipe rumano conocido por empalar a sus víctimas. Un desafío mayor, pues la lista de quienes han interpretado a este personaje antes incluye a Christopher Lee y Gary Oldman. «Pensé: “¿Soy capaz de hacer esto?”. Porque me van a comparar con cada uno de los actores que lo hicieron antes de mí», confesó Rhys-Meyers (36) en una entrevista acerca de la serie.

Jonathan Michael Francis O'Keeffe (Dublín, 30 de abril de 1977), mejor conocido Jonathan Rhys-Meyers, es un modelo, actor, productor y cantante irlandés. Conocido por sus papeles en películas como August Rush, Velvet Goldmine, Misión: Imposible III, Bend It Like Beckham, Match Point y por la interpretación de Elvis Presley en la miniserie biográfica para televisión Elvis. Este papel le valió un premio como Mejor Actor de miniserie o telefilme en los premios Globo de Oro 2006.

La historia estará ubicada en Londres durante la época victoriana, adonde llegará Drácula, haciéndose pasar por Alexander Grayson, un emprendedor norteamericano que está interesado en llevar la ciencia moderna a la ciudad.

Sin embargo, el verdadero propósito de Drácula es el de vengarse de las personas que lo traicionaron varios siglos antes. Mientras los planes de Drácula se van llevando a cabo, él se enamorará perdidamente de una mujer que puede ser la reencarnación de su esposa fallecida.

En el elenco también estarán Jessica De Gouw (Arrow), en el papel de Mina Murray, la mujer de la que se enamora Drácula; Oliver Jackson-Cohen (Mr. Selfridge) interpretando a Jonathan Harker, un torpe periodista que intenta desesperadamente ascender entre la aristocracia; y Katie McGrath (Merlin) que será Lucy Westenra, la mejor amiga de Mina.

Grandes expectativas se han desatado ante esta serie que tendrá a Daniel Knauf (creador de Carnivàle) como showrunner y jefe de guionistas. Aquí el comentario de algunos cibernautas que ya han visto el primer episodio (fuente: Series Yonkis): «Espero que siga con la tónica actual y que no se desvíe, como pasa con otras series, me ha gustado mucho». «Por encima de la típica serie para adolescentes sobre vampiros y hombres lobo». «La mejor versión de Drácula desde Francis Ford Coppola». ||