Obstinación |
Editorial julio 2013 | Liber Trindade |
Siempre nos ha caracterizado lo obstinados que somos para enfrentar las cosas y siempre mirar hacia adelante. |
El viernes de noche me pegué uno de esos sustos que a veces te da la salud, esos avisos de que estamos presionando la máquina al máximo. Estando en el cine debí salir de la sala entre una puntada en el riñón y la falta de aire, un poco tropezando entre los escalones, sin saber muy bien cuál era la dirección de salida, claro, ante el susto de mi familia (y la amabilidad de la gente de Moviecenter), hasta que vino la emergencia móvil, pero bien, tuve que dejar más solo aún al llanero solitario que estaba viendo y que estaba espectacular. Ahora bien, ya los viernes son complicados teniendo una empresa, pero hay situaciones que me desbordan, como la pasividad ante la violencia, ante el atropello, esa impotencia que te invade. Esa tarde tuve que escoltar a una señora hasta la seccional cuarta, ya que apenas se podía mover por su discapacidad física. Un delincuente le había roto la ventanilla y robado su cartera con todos sus documentos y recetas, ni más ni menos que la misma situación que pasa un par de veces por día en la misma esquina de Eduardo Víctor Haedo y Requena, cuadras más o cuadras menos, donde se detenga una señora en un semáforo. El tema es que en cada ida que uno hace a la comisaría y mientras más investiga, aumenta nuestro desconsuelo por lo expuestos que estamos todas las personas de bien. La Policía apenas tiene recursos, con suerte un móvil que está cubriendo algún accidente o haciendo guardia a pocas cuadras junto a un cadáver, como esta semana pasada. Sin duda hay todo un procedimiento en proceso de desprestigio de la Policía como institución, claro que es más fácil cortar por el eslabón más débil del sistema y echarle las culpas a funcionarios, a los que se les descuentan sus ingresos. Las autoridades siguen haciendo todo tipo de movimientos supuestamente en pos de mejorar, sin embargo, la mayoría de los móviles están rotos, se arreglan ahora en talleres privados por licitación a mejor precio, lo que no significa mejor servicio y mejor tiempo, por lo que los móviles pasan días tirados hasta que se autoriza su reparación. La verdad que la Policía siempre me ha atendido de la mejor manera, buscamos trabajar lo más unidos posible, entregarles filmaciones de robos, porque resulta increíble que habiendo decenas y decenas entre los mismos horarios y las mismas calles cada día no se hagan operativos encubiertos para capturar a estos individuos. No se necesita más que un par de funcionarios una tarde en un vehículo particular tomando unos mates. El tema es que quienes vivimos de nuestro trabajo y tenemos familia sabemos que corremos un peligro inminente que va más allá de los avisos que nos da nuestra salud, que son por tomarnos la vida a pleno, siendo parte, buscando soluciones, enfrentando al sistema, tendiendo como en nuestro caso una mano a la gente de los distintos barrios, denunciando los atropellos a los que están expuestos, buscando frenar desalojos, dar a conocer las condiciones de total fragilidad en las que viven. Claro que todo eso lo hacemos con mucho gusto, con el alma, pero siempre le cuento a la gente que me conoce que lo más difícil es cómo bloquear de alguna manera la parte negativa de toda esa energía que recibimos cargada de muchos problemas para reconvertirla en positiva y que nos permita seguir trabajando sin importar el día ni la hora, como lo hacemos. Sin duda también causa mucha bronca, aunque sabemos que es parte natural de la gente, que cuando buscás dar una mano ya politizan todo lo que uno esté haciendo, muchos por desconocer la forma imparcial en la que buscamos encarar todos los temas, no preguntamos colores partidarios a la hora de acercarnos a ayudar. ¿Acaso no somos todos tan mortales a la hora de recibir un impacto en el pecho, como el pobre joven de veinticuatro años que esta tarde asesinaron mientras hacia su reparto? Mañana comenzará la investigación y sobrevolará sobre una parte de la población que ese es el resultado de las políticas neoliberales de los años 90, como la gran excusa del titular del Mides, en donde se encargan a diario de mostrarnos que el verdadero significado de la sigla puede ser Mínima Idea de Estrategias Sociales. Pero siempre nos ha caracterizado lo obstinados que somos para enfrentar las cosas y siempre mirar hacia adelante, aunque tal vez el poder superarnos día a día para salir adelante, aquella esperanza que teníamos de gurises, hoy nos cuesta mucho más, porque somos muy conscientes de que lo que nos está tocando vivir no es mera casualidad, sino parte de un proyecto que está saliendo a la perfección para el Gobierno, la dependencia total de la mayoría de la población en función al trabajo del resto y por supuesto el endeudamiento a largo plazo. Personalmente creo que estamos todos regalados, esto va a empeorar muchísimo y muy a nuestro pesar hay que decirles a nuestros hijos que tienen que tener su pasaporte vigente. || |
Al principio de la página | Todos los artículos | Todas las editoriales |