Charla del Dr. Alejandro Atchugarry |
Liber Trindade |
Este sábado 12 de mayo de 2012, en la ciudad de San José, en el Hotel Centro, tal vez fue el punto de inflexión en la vida política de un hombre que miles quieren nuevamente en el ruedo, el Dr. Alejandro Atchugarry, quien dio una brillante charla, convocado por la Secretaría Marco Ideológico del Partido Colorado. La charla convocada se desarrolló con el título «Una reflexión sobre el batllismo en el siglo XXI y sus desafíos». Comenzó haciendo una introducción aludiendo a las Instrucciones del año XIII, mostrando la vigencia hoy en el 2012 de lo que decía el prócer Artigas en aquella época, como los puertos serán libres (Colonia y Maldonado), las provincias entre sí no nos vamos a cobrar impuestos, ninguna tasa o derecho sobre artículos entre provincias, ni preferencias por regulación de comercio. También, dice Artigas, no se impondrá ninguna traba a los bancos. La Unión Europea exporta 75% de su producción a la misma Unión Europea, el Nafta lo hace en un 58% hacia el mismo bloque, pero el Mercosur exporta solo el 14% al propio Mercosur, por lo que éste sólo hubiese sido bueno si hubiese generado apertura de mercados. El Dr. Atchugarry luego comenzó a avanzar en la historia del Partido Colorado y de sus figuras, planteando cómo estaba posicionado en el mundo nuestro país, cómo el batllismo le fue dando forma a las soluciones, cómo nacionalizamos el Banco de Seguros, los ferrocarriles, entre otros. El Estado debe enseñar a caminar como un padre, pero el tiempo necesario, por eso hay que rescatar el batllismo, en el Partido no hay nadie más que nadie. En todo momento en su discurso estuvo la igualdad de oportunidades y de justicia social, la posibilidad de que todo individuo pueda llegar hasta donde quiera, donde debemos transmitir ideas. El Partido siempre le debe contar a la sociedad sus sueños para los próximos treinta o cincuenta años, siempre estar un paso adelante de su tiempo para mostrar las alternativas a la sociedad, mostrar el camino hacia donde vamos, recordar que la libertad es una planta que se debe regar todos los días. No hay sentimiento de libertad si no tenemos seguridad individual, debemos copiar soluciones exitosas, dijo un especialista, no se arregla agravando las penas, sino modificando la percepción del delincuente, que hoy se siente impune. Y usar la tecnología en tiempo real. Tenemos la misma población en Montevideo que en el censo de 1962, no hemos crecido nada, solo se ha vaciado el centro y otros barrios, pasando estos ciudadanos a vivir en zonas donde no hay servicios y carecen de ley. El día que nuestra ciudadanía permitió que una ambulancia no ingresara a Cerro Norte comenzó el problema, hay que darle seguridad a esa gente, acercarle los servicios, no podemos dar el mensaje de que no podemos ingresar a esos barrios sin los coraceros. En educación hay que hacer lo que dice Rama, doscientos días de clase y desde los tres años, mostrando que hay otro camino, cambiando el concepto, no dando un sueldo a los que no quieren ir a estudiar. Los estadounidenses armaron un programa federal, «ningún niño atrás», se controla con resultados a todos los niños del país y los fondos federales van en función de estos resultados, controlan a los niños que aprenden menos para asignarle un tutor. Está muy bien darle una XO a cada niño, pero se debió darle primero una a las maestras y con tiempo, para que tuviesen su período de capacitación. Nos recuerda las bondades de lo que era nuestra escuela pública, como elemento democratizador. Facilitar que los ciudadanos formen su destino, fomentar el trabajo, el Estado debe pelear, debe salir a competir, si les cobramos impuesto a los productos que se fabrican acá, estamos castigando al trabajo, que es el ingreso de las familias. Hay gente que le dice que los sueldos han crecido, pero también han crecido las tasas de los bancos al consumo, entre 60 y 80%. El Partido Colorado siempre fue el escudo de los débiles, los niños y los viejos, sin ser asistencialista, sin repartir tarjetas. Se debe ayudar a la gente con planes habitacionales, para que no terminen los ciudadanos en asentamientos. Hay que convencer con ideas claras, eso nos permitirá defender las instituciones, no está todo perdido. A medida que fue avanzando la charla y los vecinos que participaban hacían uso de la palabra, fue tomando forma el clamor por explicitar el deseo de que tomara la opción de integrarse nuevamente a la política. Una señora fue muy directa: «¿Hasta dónde está dispuesto a ser el 1 de nuestro partido?». La respuesta fue que él había comenzado en la política en 1980 —nunca había pensado en ser político—, y que dentro de los partidos debe haber rotación, que ahora en el partido había sangre nueva, mucha y buena, que él estaba para apoyar, en la antigua Roma los jóvenes eran los que iban adelante. Luego la apuesta la redobló su hermano Marcos Atchugarry, que le dijo que lo adora como hermano y que es un desperdicio tenerlo en casa. El último vecino le agradeció y le dijo que no solo el partido lo necesitaba, sino todo el país, que le quería pedir que fuera más chancho, con aprecio y con cariño, que sabía lo que era capaz de dar por el país, sabía la visión que él tiene, que tiene la capacidad para salir en un momento de crisis como lo demostró y ahora en el país que nos iban a dejar el país necesitaba a Alejandro Atchugarry. Una vez que terminó la charla, oyendo a los vecinos presentes y dirigentes, era notorio que en el aire había quedado una sensación clara de esperanza, para los cuales muchos están dispuestos a trabajar, para que Alejandro Atchugarry dé la batalla en el liderazgo del Partido Colorado. |
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