Monarquía y Antel Arena |
Martín Bueno |
El mes pasado el Tribunal de Cuentas de la República Oriental del Uruguay emitió su opinión de que la construcción del Antel Arena por parte de la empresa pública Antel es inconstitucional. |
Mucho se ha escrito y dicho respecto a que la construcción y administración del Antel Arena es inconstitucional, desde el mencionado informe del Tribunal de Cuentas hasta el propio informe de la jurídica de la Junta Departamental de Montevideo confirman dicho extremo. En realidad la inconstitucionalidad es bastante obvia, Antel solo puede hacer aquello para lo que fue creado, o sea telecomunicaciones. Es manifiesto que construir, administrar y gestionar un estadio polideportivo parecería que poco tiene que ver con las telecomunicaciones. Antel se fundamenta en que tener un estadio es «marketing», también es obvio y manifiesto que el concepto de «marketing» no puede ser utilizado hasta lo absurdo, porque de lo contrario podríamos establecer que Antel a efectos de hacer «marketing» podría comprar camiones de basura y limpiar la ciudad o construir un hospital y administrarlo. Es manifiesto y obvio que Antel no puede encargarse de la gestión de un polideportivo, sí lo podría sponsorear pero limitándose a ello y pagar un precio para que aparezca su nombre sin más. |
Antel se fundamenta en que tener un estadio es «marketing». También es obvio que el concepto de «marketing» no puede ser utilizado hasta lo absurdo. |
En definitiva, qué es lo importante de toda esta cuestión, lo importante es que los jerarcas públicos no pueden hacer lo que les plazca con los dineros públicos. abitamos una república y ello significa que todos estamos sometidos a las leyes y por tanto las debemos respetar. Únicamente en las monarquías o dictaduras los jerarcas públicos hacen lo que desean con los dineros públicos, en las repúblicas democráticas los dineros públicos se deben utilizar como mandata la ley. En este sentido, no podemos aceptar, aunque todos sepamos que es muy bueno que se realice el Antel Arena, que un jerarca de turno tome decenas de millones de dólares y los aplique como se le antoje, aun cuando el fin sea razonable. No podemos resignarnos a vivir en una republiqueta de segunda donde aceptamos pacíficamente cómo los jerarcas gastan el dinero de los contribuyentes violentando de manera contundente las normas. Es por todo esto que aun sabiendo que sería muy bueno la reconstrucción del Cilindro, no podemos permitir que se haga de cualquier forma. Si la intendenta Ana Olivera hubiera resuelto reconstruirlo con fondos propios o de terceros lo apoyaríamos, si el Ministerio de Deporte se hiciera cargo sería razonable, pero es indignante que algunos se crean que están en un estado monárquico y que pueden hacer lo que quieran con nuestros dineros. || |
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