Ciudad limpia |
Liber Trindade |
Es cierto que la ciudad más limpia es la que menos se ensucia, y en eso los peruanos nos llevan una gran ventaja. |
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Uno recorre uno y otro barrio, avenidas, plazas, espacios comerciales y se pregunta ¿por qué tenemos una ciudad tan sucia? Es cierto que la ciudad más limpia es aquella que menos se ensucia, en eso sin duda los peruanos nos llevan una gran ventaja entonces. Son gente limpia, te rodean por miles en cualquier lado y está inmaculado el lugar. Pero también si observamos todo el día vemos funcionarios de los municipios barriendo, correctamente uniformados, con sombrero, con tapabocas colocados, tal vez la gran diferencia con nuestros barrenderos, que vemos a diario, fumando o con el celular en la mano. |
Lima está asentada sobre un desierto, sin embargo, todos los espacios públicos lucen muy verdes. Hay un parque de Olivos que fueron plantados en el 1500 en el corazón de la ciudad, con el canto increíble de miles de pájaros, con ardillas en los árboles, y casas con fondos hacia el parque. Los canteros y parques para niños lucen un césped cortado prolijamente en todos lados, regado por saturación o por aspersores, oasis por todos lados en un paisaje muy árido. Allí no llueve nunca, apenas una cerrazón que moja como la noche del partido, solo humedad proveniente de nubes que parecen estar todo el tiempo, que no te permiten ni siquiera saber dónde está el sol durante el día, y que te llevan a imaginar qué pasaría si fuera igual en Montevideo, donde cada lluvia se convierte en una especie de hidrolavado divino para eliminar tanta orina y materia fecal que hay en nuestras veredas y arrastrar tanta basura acumulada, aunque en algunos puntos de la ciudad ni la lluvia copiosa de esta semana pudo barrerla. Uno cuando sale ve nuestros puntos a favor, pero los puntos negativos que tenemos se multiplican. Sin duda en limpieza estamos muy lejos de Lima, que recoge su basura como lo hacíamos antes, manualmente en la noche, avisando con una sirena en algunos municipios, con contenedores soterrados en otros, donde al abrir e introducir la basura no podemos ver el contenido del mismo por su diseño y cuando cerramos esa puerta cae la basura a su interior. No hay carros tirados por caballos y los recicladores se desplazan en motos con un gran carro en su parte frontal. No me cabe duda que estos males en Montevideo son una mezcla de ineptitud con muy poca cultura y cero respeto. A todo esto positivo que vi, se suma el correcto uso de la cartelería en especial en la zona antigua de la ciudad, donde se respeta una gran armonía, sin generar una contaminación visual. || |
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