¡Chau, Ana!
Miguel Rodríguez
 

Este no es un saludo común al cruzarnos por la calle con Ana, es decirle adiós definitivamente de la Intendencia de Montevideo, ya que en realidad ella va cayendo a una enorme velocidad hacia el inmenso agujero negro que registrará la historia de los veinticinco años de gobierno municipal del Frente Amplio.

Meses atrás escribíamos en estas páginas:

«¡Qué mal que me están dando las encuestas!, debe decir cada mañana la intendente de Montevideo, Ana Olivera.

»No abrumaremos a los lectores de Al día con números, pero en realidad, cada día las encuestas están mostrando más lo desconformes que están los vecinos con su gestión, con la de la Intendencia de Montevideo y con sus funcionarios.

»Hace rato que la frontera entre frentistas y no frentistas fue desbordada y la necesidad de un cambio se está evidenciando claramente. Los vecinos de todos los partidos no soportan más los daños causados a la calidad de sus vidas y al entorno en que viven por culpa de las ineficientes administraciones frentistas de estos últimos veintidós años.
»La cosa ya no es de izquierda o de derecha, es de sentido común».

Pues han pasado varios meses y Ana sigue en caída libre… Chau, Ana… Que alguien le ponga un paracaídas… ¡Las «heladeras» se destartalan todas al caer!

Los números cada vez le dan peor y la estética de la ciudad cada día está, también, peor, y lo que es mucho más peligroso es que la basura nos avergüenza, nos acorrala, nos abruma, nos contamina, nos infesta y seguramente nos enferma.

Las razones que nos da Ana, siempre en caída libre, es que los municipales presentan una nueva forma de conflicto (lo simplemente conocido por «falta sin aviso») o que los vecinos tiran la basura afuera de los contenedores para perjudicarla o que hay una bendita caldera rota por la cual pasa la sanidad de una ciudad.

Vamos, Ana, arreglemos la caldera o pongamos un calefón o lo que sea, ya que la recaudación de la Intendencia de Montevideo va marchando impávida, hacia los U$S 2.000.000 por día, y cada vez la calidad de  los servicios que nos presta es peor.

Vamos, Ana, usted paga por mes 14.000 muy buenos sueldos… Usted tiene 150 ciudadanos de su «particular confianza» para ayudarla… Usted tiene muchos directores ocupados de la higiene y salud de los montevideanos, pero a pesar de eso todo sigue igual y a usted cada vez le dan peor las encuestas.

Modestamente le sugerimos agregar a su enorme staff a una especialista en «teorías conspirativas» que es capaz de explicar cualquier cosa mediante oportunas conspiraciones de la «derecha» o de la «prensa», por ahí le da una mano y a su teoría de que los vecinos tiramos la basura en cualquier lado para perjudicarla le agrega algún componente de misterio, de espías o agentes de algún imperio y por ahí mete, también, a Antonio Banderas o al pobre Bruno Mauricio de Zabala, que según ella no podía tampoco con la limpieza de Montevideo, ¿se acuerdan? De pronto la especialista que le recomendamos está muy ocupada descifrando, con cara astuta, los supuestos millones de dólares que pedían los senadores paraguayos para votar el ingreso de Venezuela al Mercosur, o tratando de explicar que la matanza ocurrida días antes de la caída de Papá Lugo la hizo la «derecha paraguaya», o simplemente está cumpliendo sus funciones de primera senadora del Frente Amplio.

Recuerde, Ana, lo que dijo en enero de 2012, «terminamos de elaborar el plan director de limpieza de la ciudad. En los primeros seis meses de este año nos proponemos cumplir con lo que nos comprometimos ya que ingresa todo el equipamiento para la limpieza de la ciudad». El Comité Ejecutivo Departamental del Partido Colorado de Montevideo sigue con atención la gestión municipal y días atrás declaraba:

«Que la Administración de la intendenta Ana Olivera es responsable de su decisión política de no controlar de manera alguna la circulación y trabajo de los recicladores, aunque existen normas vigentes. Que la actitud de omisión absoluta a lo largo de años por parte de la IM [Intendencia de Montevideo] ha provocado la sistemática violación de los derechos de cientos de niños; violación de normas de tránsito de todo tipo, maltrato animal y violación del más elemental de los derechos: los montevideanos nos merecemos una ciudad limpia y ordenada». Creo que ya es hora de ir mirando quiénes son los suplentes de Ana y a qué agrupaciones del Frente Amplio pertenecen ya que la caída de los índices de aprobación de su gestión debe tener un límite, por lo menos, a nivel del decoro personal.

Pasaría a ser el primer intendente volteado por los carritos y la basura. Menudo lío, ¿no?

 
 
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