La inseguridad ha marcado el comienzo de la temporada.

Mal comienzo de temporada con un crimen que conmocionó a ambas orillas del Plata, cuando la joven Lola Chomnalez apareció muerta, semienterrada en las arenas de Valizas. Caso complejo desde el inicio, que tomó connotaciones políticas lamentables cuando supuestas «feministas» defensoras del Gobierno exclamaban en las redes sociales «cómo va a salir sola a caminar a la playa» y cuestiono, a qué mentes enfermas se les puede ocurrir que una joven de 15 años no tenga derecho a salir a caminar sola por una playa turística a las 14 horas de un domingo… Quién no lo ha hecho alguna vez, por favor, el fanatismo político ideológico que asola a nuestro país entre defensores y críticos de la fuerza en el Gobierno no se da tregua, o no nos damos tregua, pero lo que está sucediendo en Uruguay es una avalancha de intolerancia tal que cuesta encontrar el justo equilibrio en lo que nos está sucediendo.

Esta noche [12 de enero] hay clásico, el primero de la temporada, y las medidas preventivas para poder entrar a presenciar el mismo son dignas de las máximas medidas de seguridad que se emplean hoy en Francia, otra de las muestras de cómo estamos como sociedad, los síntomas son de extrema gravedad.
Anoche un grupo de cinco encapuchados asaltó metralleta en mano a las 22 horas el supermercado Devoto de la avenida Joaquín Suárez, de donde se llevaron toda la recaudación del fin de semana y el sábado a las 13 horas en Aparicio Saravia y Camino Lecocq un trío de jóvenes asaltó y asesinó de un tiro en la nuca a un repartidor de chacinados, hombre joven y de familia de 40 años de edad, y suma y sigue.

A todo esto, el Sr. ministro del Interior al igual que el subsecretario veranean, y ni se asoman ni dan explicaciones, mientras las cifras de la inseguridad siguen en aumento.

El Frente Amplio logró un triunfo mayúsculo, sin que a la sociedad se le mueva un pelo, privatizó la seguridad pública, hoy hay en Uruguay más guardias de seguridad privada armados que funcionarios policiales del Ministerio del Interior. Es la inseguridad reinante un gran negocio, o un gran negociado, fuente de empleos sin exigencias de «mínimos de capacitación» o experiencias previas, y los bancos, oficinas públicas, casas de crédito, comercios en general, grandes centros comerciales, todos con guardias privados, incluso se llegó a mencionar que los partidos de básquetbol y de fútbol deberían de ser costeados por los clubes con guardias privados, y sobre esto no vas a encontrar dos líneas en el periodismo escrito, radial o televisado ni en los portales de internet, a nadie importa que la seguridad se privatizó, ¿y quién paga la cuenta…? Los barrios periféricos, los más pobres, las zonas rurales cercanas a los centros poblados, (basta ver las estadísticas de las zonas de robos, asesinatos, arrebatos), mientras que quienes pueden pagar tienen móviles privados, guardias privados, más los vehículos policiales «haciendo bicho», custodian el turismo, custodian los centros comerciales en sus alrededores, y observa cuando pasan patrulleros por los barrios más alejados, cuál es el nivel de robos, los más pobres, los menos favorecidos son quienes más lo sufren y no es un hecho político partidario de quien esto escribe, es la constatación de una muy cruel realidad que a la sociedad parece no importar ni la conmueve en absoluto.

Tenemos problemas, y no dejan de serlo por el resultado electoral favorable al Gobierno del Frente Amplio, muchas cosas podrían explicarlo, pero la realidad nos indica que sí, tenemos problemas, la inseguridad es uno y se va agravando, la política partidaria metió la cola y se partidizó el tema que en realidad nos afecta a todos. Tenemos problemas con el agua potable que Al día ya viene denunciando desde el 16 de febrero del 2013 [v. Al día #17, p. 12], y se viene agravando; sigue el problema con Aratirí, un evidente negocio que destruiría gran parte de nuestras tierras en un beneficio que se presenta muy difuso, sin dudas; la educación, básico, ha pasado o ha quedado en un segundo plano; la indigencia en las calles de Montevideo; y se nos viene la elección municipal, elección que hace un par de años se veía difícil para el Frente Amplio, hoy casi podríamos decir que el triunfo lo tienen prácticamente asegurado, pues los partidos blanco y Colorado han realizado todo lo posible para no ganarlo, no están cerca de la gente, no se ven en los barrios. El único que trabajó en serio, recorrió, se embarró, quiso y se comprometió fue sacado de la Troya por las cúpulas partidarias, Jorge Gandini, al salir ubicado mal en la interna blanca, fue «corrido» y ocupó su lugar Adolfo Garcé, quien junto al Dr. Ney Castillo deberá de remar contra corriente para lograr algún resultado medianamente positivo.
Lo sucedido claramente deja en total «impunidad» a Ana Olivera, quien terminando su mandato reconoce «el error del Corredor Garzon, nos equivocamos, enlentecimos el transporte», pero ya no sufrirá las consecuencias de su grave error… La impunidad campea en Uruguay… Nadie paga los costos…