Back to black |
Felipe González Piñeiro |
A tres años de la muerte de la compositora británica Amy Winehouse. |
Seguramente el pasado 23 de julio fue un día comúnmente invernal, con algunas nubes grises en el cielo y ese frío seco que golpea nuestras mejillas al salir de casa. O quizá, el miércoles pasado fue un día cálido, con un sol matinal y una temperatura agradable e indicada para salir de casa. No lo recuerdo, así como seguramente tampoco recordemos cómo fue ese 23 de julio pero del año 2011, hace tres años atrás. Y será aún más difícil saber cómo amaneció ese día en la ciudad de Londres. Si llovía, o si estaba soleado; pero Amy Jade Winehouse falleció de todos modos. La joven cantante y compositora de jazz, soul, R&B y ska nació el 14 de setiembre de 1983, creció en el norte de la deslumbrante Londres. Sus padres se divorciaron cuando Amy tenía nueve años. Más allá de eso, fue una oyente fiel de los éxitos de Frank Sinatra, que su padre Mitchell cantaba. Antes de cumplir los 14 recibió su primera guitarra, comenzó a cantar en algunos bares de la ciudad y al poco tiempo formó un grupo femenino de jazz. En ese entonces el novio de la cantante, un tal Tyler James, se encargó de mostrarle unas grabaciones de su novia a un productor conocido, con el cual Amy firmaría contrato para luego rescindir el mismo en el año 2002. Poco después un representante de Island Records la escuchó cantar, le presentó a su jefe, con quien la cantante firmó un nuevo contrato, para posteriormente conocer a su productor, poseedor de la varita mágica. Al año siguiente, el 20 de octubre la industria musical británica recibía el álbum debut de Winehouse. Dicho álbum se llamó Frank, con el cual logró el disco platino en el Reino Unido. En 2004 la compositora de jazz recibía el premio Ivor Novello a la Mejor canción contemporánea, por su single Stronger Than Me. Su segundo trabajo discográfico fue lanzado al mercado también en octubre pero del año 2006 y fue titulado Back to Black, con el cual obtuvo el Brit Award como Mejor artista británica. Con este segundo trabajo la cantante no paró de recibir elogios y galardones. En 2008 en la ceremonia de los premios Grammy la cantautora recibió cinco premios de las seis categorías en las que estaba nominada, entre ellos Mejor nuevo artista y Canción del año. Ese mismo año volvió a ser reconocida en los premios Ivor Novello en donde fue premiada en las categorías Mejor canción y Mejor canción líricamente. Hasta aquí todo parecía fluir entre reconocimientos, éxitos y premios. Pero lo que deberían haber sido motivaciones para el crecimiento de la artista fueron solo buenos momentos y nada más que eso. Además de estas noches de gala, la cantante de pelo largo y oscuro vivió otras noches no tan glamorosas, en las cuales coqueteó no solamente con su novio sino con la heroína, el éxtasis, la cocaína y el alcohol. El 23 de julio del año 2011 Amy Winehouse de 27 años fue encontrada muerta en su apartamento de Londres. La joven cantante volvía a estar en un proceso de rehabilitación. Pero sucedió que la noche anterior a esa fecha, al parecer Winehouse había roto su dieta, ya que en la investigación forense se halló un alto grado de alcohol en su sangre y algunas botellas de vodka vacías en la habitación. Cuando uno lee la biografía de quien fue una estrella fugaz de rock, y digo fugaz por la corta edad al morir y no porque piense que sus composiciones artísticas fueron efímeras, cuando uno mira algún documental de ese artista parece que su vida transcurrió a un ritmo vertiginoso, sin reglas, sin advertencias, sin control alguno. Puro exceso por donde sea que se lo mire. Y entonces pienso cuán seguro de uno mismo hay que ser, cuán centrado hay que estar y por sobre todas las cosas contenido para continuar creciendo y afrontando tales presiones de una industria que no perdona, que no se detiene, como ninguna de las industrias del mercado mundial. Tal vez estos son elementos con los cuales Winehouse no contó. Un grupo humano que la rodeara y la apoyara pero más allá de los costosos procesos de rehabilitación a los cuales la artista se negó varias veces. Negación que plasmó en una de sus más reconocidas canciones. En Rehab Amy Winehouse decía «They tried to make me go to rehab but I said no, no, no». Algo así como «intentaron que fuera a rehabilitación pero dije que no, no, no». Fue entonces que logró unirse al Club de los 27, en donde la esperaban viejos colegas emblemáticos como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain, quienes algún día se fueron por razones similares y con la misma edad, dejándonos un legado musical que atraviesa generaciones, épocas y que siempre estará listo para ser escuchado y reproducido. Será entonces la forma más cercana de recordar a estos artistas que siguen cantando. || |
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