| Casualidad fatídica |
| Editorial enero 2014 | Liber Trindade |
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Se nos va el primer mes del año, el mes pico para nuestro turismo. Sin embargo, el panorama no es nada alentador. Bastaba recorrer ayer domingo Atlántida, conversar con los mozos, para que nos confirmaran que el 15 de enero se terminó la temporada. Ya no queda gente y sus previsiones fallaron, a pesar de que algunos comercios no abrieron este año y pensaron que tal vez no darían abasto. Termina enero con mucha actividad política, con lanzamiento de campañas, pero con muy pocos políticos realmente atentos a los problemas de la gente, a pesar de tantos temas a tocar. También sucedió algo en enero a lo que tal vez muchos le den poca importancia: fue el incendio que se produjo en el depósito de Ta-Ta del shopping Costa Urbana. Allí se debió evacuar a todas las personas por el intenso humo, incluso debió permanecer cerrado y se hizo una liquidación de productos afectados por el humo. Pero ahora analicemos otros incendios, sus fechas, lugares y empresas a las que afectaron: 13 de enero de 2014, el ya mencionado incendio de Ta-Ta en Costa Urbana. El 25 de diciembre de 2013 se incendió el local de Ta-Ta en Salto. El 5 de diciembre de 2013 se incendió el supermercado Santa Cecilia de Playa Pascual. El 22 de mayo de 2013 se incendia Ta-Ta en la ciudad de Melo. El 18 de agosto de 2012 se incendia Disco, zona administrativa, calle Soca. El 25 de diciembre de 2010 el incendio del shopping Tres Cruces comienza en el local de Ta-Ta. El 8 de diciembre de 2010 se incendia el supermercado El Trébol, en el barrio Cerro de Salto. 4 de diciembre de 2009, incendio total en el Multiahorro n.º 22 de Lezica. 23 de diciembre de 2008, incendio total en el Multiahorro n.º 26, zona Cilindro. Y recordemos un incendio de hace diez años que no fue en nuestro país pero tuvo consecuencias trágicas: «El incendio del supermercado Ycuá Bolaños es la tragedia civil más grande sucedida en Paraguay; ocurrida el domingo 1 de agosto de 2004 en la ciudad capital, Asunción. El domingo, 1 de agosto de 2004, aproximadamente a las 11:25 (hora local) se produjeron dos grandes explosiones en el interior del recinto comercial que albergaba, entre varias cosas, el supermercado, un estacionamiento para vehículos, oficinas comerciales y un restaurante. En las cocinas de este último lugar hubo una explosión que provocó un gigantesco incendio. Según informes policiales, al momento de producirse el accidente, los guardias de seguridad cerraron las puertas del recinto para evitar que las personas, que colmaban el centro comercial, escaparan con bienes que no hubieran pagado. Como resultado 396 personas murieron (la mitad de ellas niños) y dejando a más de 500 con heridas de diversa consideración, incluyendo a 56 personas con quemaduras de tercer grado». (Wikipedia →http://bit.ly/1fbS5Fo). «La Justicia de Paraguay condenó a penas de cinco a doce años de cárcel a los dueños de un supermercado incendiado en el 2004, Juan Pío Paiva, su hijo, Víctor Daniel, y a un guardia del local, Daniel Areco, por la muerte de 327 personas. El tribunal los declaró culpables de “homicidio doloso” y de “homicidio doloso en grado de tentativa”, delitos por los que impuso una pena de doce años a Juan Pío; de diez a su hijo y de cinco al guardia». (Heraldo.es →http://bit.ly/1njksrf). Ahora, luego de estos datos, cabe preguntarse qué investigaciones se han llevado a cabo, qué planes de contingencia se han instrumentado, qué revisión de protocolos de seguridad, especialmente en los locales Ta-Ta que se repiten en la crónica. Incluso Bomberos hizo un informe en la ciudad de Melo donde manifiesta que los hidrantes estaban tapados y muchas veces les cuesta encontrarlos. Parece una casualidad fatídica que de estos episodios seis de los descriptos se hayan producido en el mes de diciembre. Es curioso ver cómo se inspecciona afanosamente a comercios pequeños, recuerdo una peluquería de una madre sola con sus niñas, clausurada por cinco días por no tener habilitación de Bomberos, sin embargo a la fecha la mayoría de los locales públicos, incluso la Intendencia de Montevideo [v. Al día #12, p. 10 →http://bit.ly/1k6OFal], carece de habilitación de Bomberos. Sin duda habrá que hincarle el diente en este tema especialmente a las grandes superficies para que no tengamos que lamentar un episodio como el de Paraguay. Ta-Ta pertecene a una cadena internacional que inició su actividad en Colombia, expandiéndose por América del Sur. En Uruguay inició su actividad en 1956 en Av. 18 de Julio y Carlos Roxlo. Sus dueños son Carlos de Narváez, empresario colombiano que se nacionalizó argentino, figurando con una fortuna de 350 millones de dólares, y su hermano, también parte del negocio, que figura con una fortuna de 500 millones de dólares. Este es más conocido por todos como Francisco de Narváez, que es diputado de Argentina por la provincia de Buenos Aires. El abuelo materno de ellos, Karel Steuer, fue la imagen familiar más influyente. Este último era dueño desde 1933 del pequeño negocio Casa Te-Ta («tía» en idioma checo), una tienda de regalos para niños. Aquí en Uruguay son también propietarios de las perfumerías y farmacias San Roque. Sin duda el mercado colombiano está interesado en nuestro país. El año pasado estaban ya avanzadas las negociaciones del banco colombiano GNB Sudameris para la compra del Banco HSBC, lo que ya se ha concretado por estos días, y Discount Bank parece que correrá la misma suerte. El presidente es Jaime Gilinsky y también juega en las grandes ligas con un patrimonio de 2.400 millones de dólares. En fin, se viene febrero con los tablados, marzo con Carnaval, abril con Semana de Turismo, mayo con la previa del Mundial, pero todos en campaña para las internas de junio, julio con la mirada puesta en Brasil y luego ya quedará muy poco tiempo para comenzar a armar el arbolito de navidad nuevamente y no cabe duda de que somos de alguna manera un país bien «fantasma», aunque los brasileros hayan abierto el paraguas diciendo que los fantasmas no existen. || |
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