Concertación, ¿y después? |
Jorge Castro Latorre |
¿Podrá la Concertación ganar en Montevideo? ¿Nos encaminamos hacia un nuevo bipartidismo? |
Finalmente la Corte Electoral aprobó, aunque en fallo dividido, pero aprobó, el Partido de la Concertación, que naciera de la conjunción de integrantes del Partido Colorado y del Partido Nacional, a quienes en forma peyorativa desde filas del Frente Amplio se les llama los «rosados». ¿Cómo nace este partido? ¿Qué los lleva a blancos y a colorados a unirse? ¿Es el miedo a no ganar nunca más? ¿Es el espanto del mal gobierno de la capital, que lleva ya a esta altura veinticinco años, con muy pocos aportes reales a la ciudad, aunque se nos venda día a día obras por doquier que son remedos tan solo de lo que no cumple la comuna con alumbrado, limpieza, tránsito, transporte y red vial? Bueno, es un poco de todo esto. En realidad, el Partido Independiente de Pablo Mieres no se quiso sumar al acuerdo, ni se acercó en sus posiciones a ser parte de la nueva estrategia, y optó por su camino de soledad, que en el Parlamento resultó muchas veces ser el voto decisivo que el Frente Amplio necesitaba. Así que planteadas las cosas, los liderados por Ope Pasquet y Gustavo Penadés solo recogieron el clamor de la gente ya harta del mal gobierno comunal, la imperiosa necesidad de unirse, para cambiar la gestión en la capital. El público, desde las redes sociales de Facebook y Twitter, comenzaron a ejercer presión sobre los dirigentes políticos, a pedir acciones concretas que impidan el avasallamiento de las autoridades comunales, como se vio con el corredor Garzón, un fracaso descomunal de la Intendencia, que costó 100 millones de dólares a los ciudadanos, que molestó a los vecinos de barrios enteros, entorpeció la circulación que era fluida y, queriendo acortar los recorridos y horarios del transporte público, solo los aumentó, creando grandes dificultades a los usuarios de vastas zonas del norte de la capital, con una terminal enorme y vacía. Solo de prepo se pretende llenarla, llevando allí a oficinas públicas que poco pueden hacer ante las decisiones oficiales de un gobierno que no se ocupa ni preocupa de sus ciudadanos, solo actúa en el sentido que quiere y sus mayorías llevan adelante, sin importar las quejas o lamentos que hay por el camino. Toda esa presión llevó a los líderes partidarios a organizar reuniones y planteos diversos, hasta que se optó por este camino, buen camino o peligroso camino según quién lo mire. La Concertación está capacitada para ganar Montevideo, ¿podrá hacerlo? ¿Realmente creen que pueden logar el triunfo? Jorge Gandini largó primero, aun antes del acuerdo, y con su grupo comenzó a recorrer barrio a barrio. Muchas veces con nuestro trabajo de Al día y Montevideo contigo nos cruzamos en los diferentes barrios y actividades, incluso muchas veces nos acompañó. Aparentemente los blancos tendrían por allí su candidato, pero las cosas aún no están del todo claras, pues los liderados por Luis Lacalle Pou, si ganan la interna partidaria, quisieran ser quienes pusieran su propio candidato, que aún no estaría decidido quién sería pero así van las cosas… Y por el lado del Partido Colorado, la dirigencia optó por el camino más fácil, llevar de candidato único al Dr. Ney Castillo, pretendiendo hacer ver que lo eligieron las bases cuando en realidad fue un mero acuerdo de cúpulas entre Pedro Bordaberry de Vamos Uruguay y José Amorín Batlle de Batllistas de Ley. Aunque hicieron reuniones donde sus adherentes se expresaron, la decisión ya era irreversible, el candidato sería Ney Castillo. El partido registra un notable retraso en su trato con la gente en la capital, falta trabajo, trabajo de base, con la gente allí en los barrios, allí donde duele y salvo las honrosas excepciones que sí las hay, ello no es la norma… ¿Podrán entre Jorge Gandini y Ney Castillo, ambos, superar en votos al Frente Amplio? Hoy lo veo muy difícil, mas allá del inconformismo general que existe en la capital por la mala gestión, personalmente no lo veo posible porque la maquinaria frenteamplista está muy aceitada, dado los enormes beneficios que se vuelcan en dineros y clientelismo político, con 44 000 cargos públicos y con una Intendencia llena de ONG, que deriva trabajos y beneficios de muy poco dinero a quienes laboran, pero con grandes beneficios que van derramándose por el medio de la escala, difícilmente puedan superarla. ¿Cómo hacerlo entonces? Debe de haber un proyecto serio, creíble, posible, que enamore al electorado de la capital, que logre convencerlo de cambiar, que sí debemos de cambiar, que sí es malo lo que hay. Lo que viene no tiene la fortaleza necesaria aún y se habla de un tercer candidato por fuera de Castillo y Gandini. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Con qué apoyos? ¿Con qué respaldos? ¿Con qué aparatos partidarios? Creo firmemente que se está errando el camino. Jorge Gandini lleva tiempo de trabajo y dedicación, de Castillo aún nada sabemos, su equipo, sus proyectos, sus propuestas, sus cómo y con quién, hay muchos debes en el camino y los tiempos se acortan. Personalmente comencé hace más de tres años pidiendo dentro de Proba nombrar referentes municipales, mi voz fue una voz en el desierto, lo planteé en la Casa del Partido en la Convención Departamental con igual éxito, ser ignorado olímpicamente. Los resultados están cada vez más cercanos, veremos, los tiempos se acortan, si el proyecto de la Concertación falla será una gran decepción para la ciudadanía, una muy mala noticia, pero para revertirla, que sí se está a tiempo, hay que trabajar mucho, muchísimo, y abrirse a las bases, no entre cúpulas. Si eso se logra y la concertación finalmente resultara vencedora en la capital, cosa que igualmente anhelamos, se presentarán otros problemas, hoy no imaginados por muchos, o simplemente acallados para no asustar a nadie. Un triunfo de la Concertación puede traer nuevos vientos de cambios y el Uruguay encaminarse hacia un nuevo bipartidismo, pero con el Partido Nacional y el Partido Colorado unidos en una sola nueva corriente liberal, democrática, humanista, de cara a los nuevos tiempos. Muchos lo hablan en voz baja, otros lo piensan y no se animan a decirlo, esos silencios o esos off the record pueden significar que por intereses muy mezquinos de cuidar las propias chacritas se haga abortar el proyecto de la Concertación en la capital. No está dicha aún la última palabra, estaremos atentos a los acontecimientos. || |
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