Las relaciones humanas |
María Ibáñez Goicoechea y Jesús Jiménez Cascallana |
La relación con los demás es una de las cosas más importantes de la vida de cualquier ser humano, relaciones de familia, pareja, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, conocidos…, y la armonía en las relaciones, la verdadera armonía, es una fuente de bienestar, felicidad y seguridad. Un error muy común es creer que las relaciones se basan en lo que mostramos, en lo que decimos, en los gestos…, esta creencia ha llevado a muchos a modular el timbre de su voz para hablar dulcemente, aunque estén llenos de ira, sonreír al mismo tiempo que sienten envidia o desprecio. Puede que el otro no se dé cuenta de lo que realmente sucede, que no sea conscientemente en ese momento, pero internamente esos sentimientos influyen en la relación. Para que una relación sea armoniosa deberíamos ser capaces de entender a los demás, respetarles, que no nos duelan sus errores, reconocer los nuestros, colaborar, sentir y mostrar gratitud y afecto, valorar sus virtudes y aciertos, alegrarnos con sus alegrías, compartir las propias… aprender juntos. Es habitual que esto no ocurra, ¿por qué? En las relaciones surgen los conflictos psicológicos Estos conflictos sin resolver conducen a relacionarse controlando, criticando, compitiendo, manipulando, comparándose, buscando alianzas y luchando, disimulando… y, sobre todo, culpando, culpando por todo y a todo. Paradójicamente, cuando se han destruido las relaciones actuando de esta manera, muchos se preguntan por qué no consiguen ser felices. A lo largo de nuestra última novela, titulada A través de unos amigos [ver nota aparte], tratamos de desvelar y dar pautas sobre cómo hacer que las relaciones fructifiquen. La premisa principal es considerar las relaciones como una fuente de aprendizaje, el lugar en el que desvelar nuestros propios conflictos y aprender a resolverlos. Si actuamos de este modo, nuestras relaciones serán cada vez mejores. Si se compara con los demás es debido a que teme ser menos, teme no ser valioso o que le minusvaloren. Si se da cuenta de que está tratando de encontrar defectos en otra persona, si busca rebajarla aunque sea solo en su mente, es debido a que tiene envidia, pero no se critique por ello, aprenda a resolverla. La envidia es la consecuencia de que se ha sentido menos que otro (fruto de la comparación) y esto lo teme, le enfada. Si la envidia es muy fuerte, puede incluso intentar hacer algo para que le vaya mal a esa persona, y su mente encontrará alguna manera de justificar ese comportamiento…, no lo haga, el más perjudicado será usted mismo. Si nota una actitud orgullosa, de superioridad, es porque tiene miedo a sentirse inferior, a ser menospreciado. Íntimamente se ha sentido o se siente torpe y trata de sobreponerse con una actitud orgullosa. Si busca que le valoren y compite, es porque interiormente se siente poca cosa y trata de sobresalir, y que le reconozcan. No hay nadie inferior a los demás, todos somos valiosos. Si trata de llamar la atención continuamente o no puede estar casi nunca solo, es porque siente un vacío interno al que teme, como si dejara de existir cuando pasa desapercibido. Si rechaza a alguien, por los motivos que sean, algo despierta en usted esa persona que le atemoriza descubrir y afrontar (pero no tiene por qué ser lo mismo que uno ve en el otro lo que debe resolver). Si muestra prepotencia, evidentemente tiene miedo a que le vean poca cosa. Si quiere que le vean fuerte, teme esa debilidad que a veces siente internamente y trata de que no se note, ni siquiera usted quiere notarla. Si es seductor, quiere captar a personas y desarrolla estrategias para lograrlo, esto es debido a que le interesa algo, dinero, que le quieran, que le admiren por el aspecto de su pareja…, por consiguiente teme lo contrario, la pobreza, la soledad, el menosprecio…, no es que haya que conformarse, el problema es el miedo. Todos estos miedos afectan a nuestra vida diaria y a nuestras relaciones. Hay más, pero todos tienen solución. Recibir y aportar Las relaciones van creciendo según vamos resolviendo los conflictos que surgen en el día a día. Es bueno tener presente que cada uno hace lo mejor que sabe y hay que estar abierto a aprender, a decirle a otro sus errores, pero de su lado, no en su contra. Hay que comunicar lo que se necesita, no exigirlo ni darlo por supuesto, no mercantilear. Pedir ayuda, sentir y mostrar afecto, ternura, compañerismo, ser agradecido, colaborar, aportar, recibir…, aprender juntos. Si se aprende a actuar de este modo, inevitablemente las relaciones cada vez serán más armoniosas, alegres y amorosas. || |
Novela psicológica |
«Novela apasionante con trasfondo de sabiduría psicológica sobre las relaciones humanas. En el curso de las aventuras de sus personajes, desvela su parte más íntima, los conflictos internos que surgen en la relación con los demás. Comparación, envidia, orgullo, miedos; pero también amistad, amor, lealtad, comprensión..., y la necesidad de encontrar el sentido de la vida. Respecto a las personas que aparecen en este libro, son personajes ficticios, pero podrá reconocerlos en su entorno más cercano. Esta novela, ambientada en India, puede mostrar al lector un mundo accesible a muy pocos, el interior del ser humano». || Descarga gratuita para lectores de Al día Está disponible una versión PDF de A través de unos amigos que los lectores de Al día podrán adquirir enviando un mensaje de correo electrónico a abedul[arroba]introspeccion.com, indicando en el asunto «PDF Al día», y la recibirán a la dirección de correo desde la que lo envíen, completamente gratuita. También por tiempo limitado podrá descargarse en el sitio web de la Editorial Abedul, http://abedul.es. La versión en papel de la obra solo está disponible de momento en España. || |
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