¿El Uruguay Productivo? |
Jorge Castro Latorre |
La economía vuela, eso es lo que venimos oyendo, ya desde el 2003 cuando comenzó a crecer a cifras chinas luego de la gran crisis del 2001-2002 y la llegada de los nuevos productores sojeros al litoral del país, provenientes de la República Argentina, escapando de las cifras de retenciones, en aquel entonces de tan solo un 20 % y que hoy ya registran un 45 %. Esa corriente migratoria, forjada por sucesos económicos, el bajo precio de la tierra en el Uruguay de entonces, que aunque ya comenzaba a subir permitió la llegada de los agricultores, fueron revolucionando nuestro agro. De la mano del gran precio que los commodities fueron registrando, el litoral sojero se fue corriendo y hoy llega incluso a Cerro Largo y prácticamente a todo el país. Incluso en Montevideo hay extensiones de campos con soja, aquello que nos parecía lejano, está allí en las márgenes del Santa Lucía, en lo que eran los grandes terrenos de la estancia que fuera del Gral. Oribe, conocida como los Portones de Taranco, en la zona de Melilla. Las consecuencias no se hicieron esperar, faltaban silos, camiones, infraestructura, galpones, maquinaria, y todo eso se fue aceitando de tal manera que hoy vemos silos de granos diseminados por todo el territorio nacional. A la abundancia de granos le siguieron los nuevos sistemas de engordes de ganados a corral, los conocidos feedlot. El feedlot es un sistema intensivo de producción de carne que permite lograr un engorde acelerado de los animales vacunos. Los animales se encuentran encerrados en corrales y se les proporciona la alimentación adecuada con este fin. Esa calidad de carnes permite mejores precios en nuestras exportaciones, que a nivel de la industria frigorífica tiene una enorme cantidad de mercados, muchos de ellos de excelentes precios. Falta entrar aún a los más altos niveles, cuyos trámites están muy adelantados, y en esto hay que destacar al Instituto Nacional de Carnes (INAC) y a su presidente, el Dr. Alfredo Fratti, quien ha desarrollado una muy exitosa gestión desde el 2005 en que fue investido con el cargo por el Dr. Tabaré Vázquez, participando en ferias internacionales y en cuanto evento se ha podido, allí ha potenciado y difundido las bondades de nuestra producción pecuaria. Altos precios permiten que se siga creciendo en la producción. Este año el nivel de preñez llegó a cifras récords, con más de tres millones de terneros. Sobre esto, que a primera vista es un gran avance, algunos señalan problemas de precios internos al haber sobre stock. En otros rubros, la lana está pasando por buenos momentos en los precios internacionales, pero dejamos de lado las textiles y por primera vez en más de veinte años estamos exportando tops de lanas sucias sin industrializar, al igual que las curtiembres, que exportan a China los cueros solo con un preazulado, sin salir del país con valor agregado. A noviembre del 2013 las exportaciones crecieron en volumen y precios en un 4 % anual, pero bajaron un 10 % en noviembre, dando un alerta amarillo. La madera sigue siendo un punto muy alto en nuestras exportaciones. La industria forestal, de gran incremento, es un logro del gobierno colorado de 1986, que a través de la Ley Forestal, permitió un gran desarrollo de nuestro campo, primero utilizando tierras marginales, y hoy con tierras incluso de gran potencial agrícola. Las dos plantas de celulosa, la que ya funciona de UPM y la próxima inauguración de Montes del Plata —e incluso una tercera que aun no definió su ubicación— permiten aventurar un nuevo impulso exportador. La lechería alcanza también niveles récords, las exportaciones de leche en polvo, por las industrias que se dedican a ese fin, como la instalada por el Grupo Bulgueroni en Durazno... Todos estos aspectos en principio muy venturosos nos están dejando un país de exportaciones cada vez más básicas, que no tienen su correlato en la industria; logística, zonas francas, puertos, pero falta más industrialización. La próxima incursión de la minería extractora de gran porte, que ya genera fuertes rechazos, seguirá el mismo camino. Exportamos commodities pero no aceros, exportamos ganado en pie con muy buena genética y nos desarrollamos en esa área, pero no producimos calzados ni vestimenta, dos recursos que sí ocuparían mucha mano de obra. Es este un desarrollo rengo, que si bien derrama riqueza, la misma no llega a todas las manos necesarias. Avanzamos en bienes primarios, y ello nos deja muy mal posicionados en el eslogan de Uruguay productivo. Se necesita más, mucho más, ya que son solo bienes primarios que sí son necesarios pero que hay que reforzar, pues son más intensivos y a gran escala, lo que aleja a muchos productores pequeños, despoblando más la campaña, vaciando las zonas rurales, cambiando hombres por maquinaria que, si bien hay salarios altos o muy altos y se generan buenos empleos, se van cambiando las costumbres de nuestra campaña… |
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