| Una amiga peligrosa |
| Daniel Volpi Avedutto |
El Libro del diputado Gerardo Amarilla sobre la problemática de las drogas. |
Hace unos días tuve el gusto de adquirir un libro de Pesur Ediciones, de la autoría del Dr. Gerardo Amarilla, diputado electo por Rivera y oriundo de ese departamento norteño. Me llamó la atención su título tan original: Una amiga peligrosa. La carátula muestra el monumento a la Justicia, pero ese monumento con un detalle importante: el brazo que sostiene la balanza se partió al medio y va cayendo con esa balanza que constituye un símbolo de justicia. En la base del monumento hay un prolijo grafiti de una hoja de marihuana. De frente al monumento hay una imagen de la sombra de una persona. Esa persona que no da la cara se encuentra de espaldas a nosotros y mirando el monumento. En su mano porta una jeringa llena de una sustancia. La imagen de esa carátula está muy original y ella misma nos trasmite un mensaje claro y contundente de lo que está sucediendo en nuestra realidad de hoy. Esta obra cuenta con 91 páginas. En esas páginas no hay nada de desperdicios. El contenido de la obra es una maravilla ya que dice las cosas como son, las llama por su nombre y da a conocer la cruda realidad de las drogas y el daño que está provocando en la sociedad uruguaya. El Dr. Amarilla la expresa con un contenido sumamente humanista, fruto de su formación como ciudadano. Al comenzar, allí en la segunda página hace dos menciones especiales: a su esposa Leticia y a sus hijos Micaela y Juan Martín. A su esposa agradece su respaldo y por amortiguar sus ausencias del hogar, ya que su tarea no es nada fácil e implica muchas horas y días alejado de la familia. A sus hijos dedica su libro; pero no lo dedica solo a ellos, lo dedica a todos los hijos de nuestro tiempo que deben enfrentar estos nuevos desafíos. Al leer esto me siento agradecido con este colega porque soy padre de un niño que está por cumplir tres años y me preocupa mucho su porvenir. A modo de introducción, el Dr. Amarilla recibe el mensaje de dos de sus colegas diputados nacionalistas de brillante actuación, como lo son José Andrés Arocena y Verónica Alonso. El prólogo es muy rico en contenido, fue escrito por un especialista en la materia, como lo es el Dr. Jorge Patpatian, fundador de la Asociación Cristiana Uruguaya de Profesionales de la Salud – ACUPS. El abordaje cuenta con un lenguaje claro y accesible para todos los ciudadanos, el poder de síntesis es admirable y no deja nada sin concreción, nada en el tintero, se disemina en nueve capítulos escritos en menos de noventa páginas. Aborda los fundamentos para crear la comisión de adicciones del Parlamento, sustancias, buscando una salida: rehabilitar, nuevo diseño de políticas públicas en materia de drogas, la legalización del autocultivo y su inconveniencia, la progresividad (el comienzo del consumo por la marihuana y luego progresivamente van consumiendo drogas peores), una investigación concluyente, drogas e inseguridad, y en el último capítulo aborda la «rebelión de los padres». Esta obra deja en evidencia la falta de políticas públicas de prevención por parte del Gobierno. Vemos publicidad contra el consumo del tabaco y el alcohol, vemos contra la violencia doméstica, la seguridad en el tránsito, pero contra las drogas no aparece nada. Lo único que hacen aparecer en los medios es la legalización de la marihuana como si eso fuera la solución y la salvación. El Dr. Amarilla demuestra en su trabajo que eso no será solución. Sus palabras y sus reflexiones van acompañadas de citas y opiniones de destacados especialistas de la salud, así como de psicólogos y sociólogos. Me quedo corto en la valoración de la obra del Dr. Gerardo Amarilla, un gran ser humano nacionalista. Recomiendo a todos los lectores que la compren, se encuentra en las librerías de nuestro país a un precio muy accesible. No podemos dejar de tenerla, por nosotros y nuestros hijos. || |
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