«La violencia es nuestro principal problema» |
Jorge Castro Latorre |
Las carencias de educación, vivienda, salud pública y seguridad son las verdaderas generadoras de violencia. |
Así se expresó el ministro José Bonomi en el encuentro organizado por ADM (Asociación de Dirigentes de Marketing) y realmente quien lo dice, la persona que debe de garantizar la seguridad del Estado y los ciudadanos, admite que estamos ante un problema, cosa que venía reiteradamente negando. ¿Cuáles son los síntomas? ¿Los asesinatos? ¿Los ajustes de cuentas, los robos, las rapiñas, la gente durmiendo en las calles de la ciudad, los basurales, los carros con caballos circulando por las principales avenidas y ramblas? ¿La pasta base y sus consecuencias? ¿Las peleas y muertes por las barras bravas en el deporte? Sí, ministro, esas son las consecuencias de la violencia, pero las causas, ministro, esas usted no las indica, y ellas son muy variadas, algunas de muy larga data, otras son fenómenos recientes. Nuestra sociedad, a la que durante largas décadas del pasado siglo se la consideró la sociedad del bienestar, hoy está siendo la sociedad del malestar, ¿y por qué digo esto?, porque así hoy está nuestra sociedad, todo un conjunto de pequeños o grandes problemas que alteran los comportamientos humanos, creando esa muy mala sensación, que repercute en las condiciones de vida. Educación: el primer gran problema, con maestros y profesores «taxis», que deben de correr de un centro de educación a otro, la calidad de la enseñanza que, todos coinciden, bajó dramáticamente, la capacidad de los locales, su estructura, las condiciones de los educandos… Si allí no progresamos, no damos las oportunidades correctas ya desde la escuela pública, ahí estamos sembrando semillas de frustraciones y de desigualdades, que años más tarde serán germen de violencias. Es absoluta violencia cuando se cierra abruptamente un Centro Caif con cien niños, dejándolos sin asistencia a ellos y a sus madres en una zona de gente trabajadora, por problemas de papeleos o burocracia, como denunciamos hace una semana en Las Torres con el Caif La Luz [v. p. 8, 9]. Eso es violencia. Viviendas: la importancia en este rubro es enorme, hace a las condiciones de vida. El notorio aumento de los asentamientos en los 90, agravados cuando la crisis del 2002 y que aún no encuentran alternativas. Al culminar el Gobierno del Dr. Jorge Batlle quedó pendiente de ejecución un préstamo del BID para erradicarlos por 120 millones de dólares, que se destinaron al Plan de Emergencia en el Gobierno del Dr. Tabaré Vázquez. Hay al día de hoy 676 asentamientos tan solo en Montevideo, 412 en condiciones de vida deplorables, sin regularizarles el agua, la luz, menos aún saneamiento o calles. Viven allí muchas decenas de miles de personas, carentes de los más elementales recursos. Los planes Mides tan solo mantienen a la gente en la pobreza, no la ayudan en nada a salir de ella y eso es violencia, y tenemos un Ministerio, una Agencia, un Banco y Mevir, más el Plan Juntos, mucha infraestructura, gran burocracia con muy pocos resultados, a no ser las cooperativas organizadas. Salud pública: el FONASA ha resultado en los hechos una gran masa de dinero transferido a las sociedades médicas con un nivel asistencial de salud pública carente realmente de recursos y de material humano. No basta con una mano de pintura o una sala rodeada de cerámicas, falta prevención, calidad y eficacia en la atención y contención. Las emergencias se saturan, horas de tensas esperas, faltan camas, faltan elementos, falta personal, y todo ello contribuye a la mala atención. Un hospital de niños lleno de carencias, techos que se llueven, funciones tercerizadas y ONG que lo que hacen es desvirtuar las escalas salariales y funcionales, pagando mal pero inflando costos, tecnología que frecuentemente «se rompe» o «el técnico no vino» y se sacan a los enfermos a clínicas privadas o sanatorios donde se paga más caro y la Corporación Blanca sigue llenando sus bolsillos ante una masa de usuarios cada vez más necesitados y carentes de recursos y ello es violencia, violencia hacia los más desvalidos, los pobres, los sin recursos, los más necesitados. Seguridad: 65 asesinados en 65 días del año, uno de los peores récords de la historia, muchos tildados como «ajustes de cuentas», pero muchos son trabajadores que pierden su vida en las manos muchas veces de delincuentes menores, cuya población aumentó según el Sr. Rubén Villaverde, director del SIRPA [Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente], a razón de dos nuevos internos por día con delitos graves y sin antecedentes anteriores, lo que lleva a superpoblación y a más peligros para la sociedad en su conjunto. Y eso, ministro, sí es absolutamente violento, y más allá de los ataques que recibe el Dr. Pedro Bordaberry, este tiene razón cuando comenzó la campaña de recolección de firmas que ahora se van a plebiscitar y todo ello es violencia. Quiero terminar tan solo mencionando las causas básicas de la violencia, en lo que son las funciones primordiales del Estado, educación, salud, seguridad, vivienda, pero por supuesto que hay más situaciones enojosas, la falta de infraestructura, los altos impuestos, las obras públicas que terminan perjudicando a la población, como el corredor Garzón, encareciendo y demorando a los usuarios del transporte público, la falta de respeto de las autoridades en sus discursos, como el propio presidente de la República con sus destratos y desplantes a ciudadanos y prensa, el Dr. Tabaré Vázquez con su Ley de Humanización del Sistema Carcelario que lanzó más de 1300 delincuentes a las calles, de los cuales el 75 por ciento reincidió, lo sucedido con el affaire de Pluna y la sarta de mentiras que tan solo nos endeudan más, el cambio de horario de UTE para un ahorro de 7 millones de dólares y pagamos 8 millones por trimestre por los aviones parados en el aeropuerto, la falta de espacios públicos para realizar deportes, la mala atención de los barrios alejados, las poblaciones del interior que son olvidadas, los 850 000 diezmilpesistas, cifras oficiales del BPS y PIT CNT, que con sus sueldos no cubren necesidades básicas, empleos de mala calidad, tercerizados, la mega minería, que tiene a la población en vilo, la mala calidad del agua potable y las consecuencias para la salud humana, la inflación, el impuesto a los pobres… Todo ello genera malestar, lo vemos en los accidentes de tránsito, los insultos, los 5000 nacimientos anuales en el Pereira Rossell de niños con bajo peso, de madres adolescentes, eso todo es violencia. Un partido en el Gobierno que tenía todas las soluciones hoy no las está encontrando, y cuenta con todas las mayorías a su favor, más la complacencia infinita de la organización sindical, que es un mero instrumento del poder actual. Todo ello es violencia, mucho se deberá de trabajar y muy duro para revertir el actual estado de situación, eso sin dejar de mencionar la extrema violencia contra los ciudadanos al desconocer el resultado de dos plebiscitos, aplicar además una ley que es rechazada por inconstitucional, se termina realizando desde el propio Gobierno una asonada ante la Suprema Corte de Justicia, o como con el ICIR, se termina culpando a los demás de las inoperancias propias. Busquemos en todo ese conjunto de situaciones las causas de la violencia, las vamos a encontrar. |
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