De izquierda para algunos |
Martín Bueno |
El pasado mes fuimos testigos de cómo un Gobierno de izquierda resolvió en pro de la macroeconomía coartar los logros sindicales de un grupo de trabajadores. |
A todas luces desde una concepción batllista de la sociedad podemos asegurar que la actitud que tomó el Gobierno frente al sindicato de la bebida es digna de un Gobierno sin rumbo, donde los corporativismos estatales parecen ser los únicos que gobiernan. Esto es increíble, injusto e indignante, porque el Gobierno frentista resuelve ajustar el cinturón en los trabajadores privados, cuando el Estado es una máquina desenfrenada de gastar dineros públicos. Si el objetivo es disminuir la inflación esto nunca puede ser a costo de los trabajadores que logran obtener de la patronal más derechos, en todo caso es el Estado y el propio Gobierno quienes deben hacer el primer y gran esfuerzo. Lo que sucede es que los corporativismos estatales siempre ganan, se le puede recortar a los privados, pero a ciertos funcionarios o ciertos privilegios de diferentes grupos no se los toca. Sin perjuicio de lo dicho, hay que dejar bien claro que esta injusticia también sucede dentro del mismo Estado, donde tenemos funcionarios clase A, B y C. Y obviamente la categoría de funcionario en nada depende de lo importante de la tarea o el desempeño laboral, depende únicamente de factores sindicales y corporativos. Este hecho demuestra a todas luces que el supuesto Gobierno de izquierda que existe en nuestro país, en realidad no es de izquierda ni de derecha, no es de nada. Básicamente está en un momento sin rumbo y con poca y nula capacidad de gobierno, a tal punto que en un acto absolutamente demencial resolvió coartar los derechos a trabajadores en vez de apretar el cinturón en el gasto público. Que un Gobierno de izquierda coarte derecho de trabajadores beneficiando indirectamente a una de las más grandes multinacionales del mundo demuestra la absoluta falta de rumbo. En este caso nos interesa destacar el caos ideológico y de rumbo que vivimos, seguiremos trabajando y dejando todo en la cancha para que el Partido Colorado y el batllismo vuelvan a establecer reglas claras, seguridad y sobre todo justicia social. Un país donde se respetan todos los derechos, donde se respeta al empresario que apuesta y le va bien, pero sobre todo donde el Estado se ocupa de los que menos tienen a efectos de que todos tengamos igualdad de oportunidades y podamos lograr aquella sociedad integrada que el batllismo supo crear. |
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