| El batllismo y el 2 x 1 en cines y helados |
| Martín Bueno |
El capitalismo es bueno para una enorme parte de la sociedad, pero es nefasto y terrible para otra parte de la sociedad que queda tirada al costado del camino. |
Nuestra sociedad capitalista y consumista se ha ido desarrollando de manera constante y cada vez de manera más vertiginosa. El capitalismo por defecto y como regla posee la premisa de que al que más tiene, más beneficios le doy, al más poderoso menos trabas y más facilidades, cuanto más riqueza menos gastos. Antes de continuar con el análisis de una situación que se está viviendo de manera manifiesta y contundente debemos realizar algunas precisiones previas. Precisiones previas muy importantes ya que en este mundo pos-posmoderno las lecturas binarias son muy habituales y el batllismo siempre estuvo lejos de toda lectura binaria del mundo. El batllismo no combate el capitalismo, el capitalismo es una herramienta muy buena a efectos de que los habitantes de la República logren su superación personal y que cada persona obtenga lo que se gana con su esfuerzo, trabajo, ingenio y demás virtudes. Ahora, el batllismo está muy atento a los profundos defectos que posee el capitalismo, el capitalismo es bueno para una enorme parte de la sociedad pero es nefasto y terrible para otra parte de la sociedad, la cual queda tirada al costado del camino, mientras el 2 x 1 es para las personas con buena situación económica, los más humildes deben pagar más por todo. Consecuentemente, el Estado batllista, a través de sus leyes, funcionarios, instituciones y cultura, es el que debe combatir, debe atenuar los defectos del capitalismo; aunque ya sabemos que a la fecha este Estado batllista no cumple con su rol correctamente. El capitalismo ha hecho carne en el mundo, porque interpreta correctamente los sentimientos más básicos del ser humano, y así es que todos desean progresar y mejorar y cuando esto es consecuencia del trabajo y demás virtudes es absolutamente legítimo y deseable. Batllismo vs. el 2 x 1. Naturalmente nuestro sistema nos demuestra que cuanto más tengo, más beneficios obtengo. Las tarjetas de crédito que poseen las clases sociales más altas poseen los mejores beneficios, mientras el hijo de una persona de clase media debe abonar dos entradas al cine y dos pop, el patrón de esa persona solo paga una. Lo natural y casi evidente es que cuando hay beneficios, estos deben ser para los menos favorecidos, pero nunca para los más favorecidos. Algunos podrán cuestionarme que en realidad no debe haber beneficio para ninguno, pero la realidad es que en los últimos años vemos como los más favorecidos están plagados de beneficios extras que les otorga el propio sistema. Por supuesto que esta realidad sucede en el ámbito privado y para el batllismo no hay nada más preciado que la libertad, por lo cual son episodios que son parte de las reglas de juego y debemos respetar y hasta proteger en favor de las libertades personales. Ahora, esto no implica que no nos alarmemos por cómo evoluciona el sistema capitalista y cómo la riqueza de modo casi que natural cada vez se acumula más y cómo cada vez el ascenso social es más difícil y cada vez depende menos de las capacidades y virtudes personales, jugando otro montón de factores ajenos a la persona. Esta situación nos obliga a analizar hacia dónde vamos y cómo recrear un Estado batllista que pueda corregir y amortiguar estos horrores del capitalismo. A modo de ejemplo, ¿no se podría obligar que ante promociones comerciales se deba destinar un porcentaje a promocionar a los menos favorecidos?, no sería costo alguno para el privado e intentaría equilibrar las cosas. Un ejemplo concreto, hace unos meses me encontré en una heladería de un barrio residencial, donde decía que presentando el carné social de determinados colegios (los top, top) había 2 x 1 en helados. ¿Está mal obligarlos a que también exista el mismo beneficio para los que acrediten ir al liceo público del barrio? Me lo pregunto, la realidad es que no lo tengo claro, ya que claramente sería coartar en parte la libertad de los empresarios. Realmente no tengo la respuesta, pero las injusticias provocadas por el sistema indignan y la debilidad del Estado en este momento que trabaja más para sus corporativismos que para la gente hace que uno piense alternativas. En un Estado batllista con un sistema económico capitalista deberíamos darle libertad y reglas de juego claras a los empresarios, que hagan negocios, ganen dinero, acumulen riquezas y paguen todos sus impuestos. Nosotros no los vamos a manguear (como es el modus operandi del MPP), no nos interesa, libertad y reglas de juego claras. Ahora, como les damos libertad y la protegeremos, así como a su propiedad privada, que no nos pidan nada. La razón de existir y todos los esfuerzos deben estar en los más débiles y darles condiciones a todos por igual para que dentro del capitalismo todos puedan abrirse camino de manera independiente y autosustentable. También debemos ocuparnos de aquellos respecto a los cuales no logramos que se instalen en el sistema, debemos protegerlos y darles una digna vida terrenal. Esta debe ser nuestra motivación. Está claro que vivimos un momento donde el consumismo y los bienes materiales son la premisa, paradójicamente esto sucede durante el Gobierno del Pepe, debemos intentar al menos repensar la sociedad que queremos y analizar los fenómenos que ocurren a diario. Los batllistas lo pensamos con dos premisas elementales que son las máximas de nuestro razonamiento: la libertad individual y asociativa de toda naturaleza y ser el escudo de los más débiles. |
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