Montevideo en Europa no está
Marcelo Caporale
 

Primero que nada agradecer a Liber Trindade y la edición del mensuario Al día por la invitación a ocupar este espacio que se abre lugar en sus primeros pasos como una publicación independiente y positiva. En ese sentido me referiré a Montevideo con la visión de un estudiante de arquitectura en su viaje que avanza por el mundo y descubre lo fácil que serían algunas cosas en nuestra ciudad si abriéramos los ojos y optimizáramos nuestros recursos.

Desde Venecia, puedo decirles que es otra ciudad impactante con sus peculiaridades que la hacen única, como las hay pocas. Muchas ciudades repiten lenguajes, tipografías urbanas y hasta colores. Pero al igual que Montevideo que se implanta como vitrina a lo largo del Río de la Plata, Venecia se sienta sobre el agua y casi que se sumerge para que los botes lleguen a las puertas de las casas por los canales como calles que tiene; eso los hace únicos al igual que a nosotros la rambla.

Nos define y no lo he visto todavía, de punta a punta su faja costera y su pollera de playas, algo que deberíamos explotar más turísticamente, ¡y están desnudas el 80% del año!

En Estambul, por ejemplo, no tienen arena pero tienen una rambla, no tan larga. La gente se sienta a hacer su picnic sobre las rocas y en la vereda, rodeados de canteros llenos de flores. Y ofrecen al turista el paseo, una vez caminas por el centro y te encuentras con los guías turísticos que financia la administración de la ciudad, cosa que se repite en varias ciudades que se toman en serio esta faceta.

Desde la salida del aeropuerto Estambul te recibe con flores por doquier, lo que hace un verdadero espectáculo, una primera impresión que difícilmente olvides.

A lo que apunto —y voy a seguir haciéndolo hasta el final del viaje en esta columna—, es que si queremos explotar el área que fuere, como el turismo, precisamos primero estudiar lo que nos define y los lugares que en consecuencia se generan. Y desde allí proyectar un circuito turístico más allá de que lleguen cuatro o mil cruceros al puerto y baje otro tanto de turistas para sacarse cinco fotos en el mercado del puerto, o caminar por las diez calles que tenemos presentables en la Ciudad Vieja.

En eso puede que haya ganancia, ¡y quiero que lleguen dos mil cruceros! Pero estamos desperdiciando el recurso por no estar preparados ni ordenados en lo que es venderse como ciudad al visitante.

Otra cosa básica, necesaria y que no falla es el típico mapa con las calles y los edificios destacados en cualquiera sea la ciudad a la que vamos. ¿Tan difícil sería que en los puntos de entrada a la ciudad, sea el puerto o el aeropuerto, o en el peaje, Montevideo ofreciera sus mapas para que pudieran visitarla? ¿Y algún folleto indicando eventos o monumentos?
En otro aspecto Rotterdam es una ciudad que me enseñó cómo puede organizarse el tránsito para que sea cómodo utilizar la bicicleta al igual que en Ámsterdam o Brujas y tantas otras, donde es considerada un vehículo más, con sus ciclovías y semáforos para cruces. Y cómo eso sumado a un metro descongestiona el tránsito de automóviles casi automáticamente. Y respecto a esto, me queda bien claro, Londres es un ejemplo, El Cairo el extremo en la misma dirección, ¡cuando el transporte público es malo el tráfico es peor!

En Londres están saturados, por lo cual el tránsito es un desorden, en Roma no dan abasto y están creando una tercera línea para tratar de solucionarlo, y en el Cairo, imagínense Montevideo que es malo, pero ¿sin ómnibus? Desde luego están peor que nosotros, un caos.

Donde el sistema de transporte público funciona bien, con un metro, y hay comodidades para la bicicleta o el ciclomotor, naturalmente el tránsito mejora y esa es la única solución, ninguna ciudad ordenada y organizada basa el transporte en miles de buses. Basta mirar hacia afuera y no querer ser el ombligo del mundo, las soluciones están.  En la serie Archivos X, que muchos recordarán, en el despacho de Mulder rezaba en un afiche la leyenda: «The truth is out there», la verdad está ahí afuera. Y para ser un país tan chico creo que demasiadas veces nos quedamos mirando hacia adentro.

 
 
Al principio de la página
Todos los artículos

 

Otros artículos en la edición noviembre 2011
 
Editorial
Liber Trindade
 
9 de noviembre de 1989: fecha mundial
Gonzalo Munhos
 
«El rechazo de los demás me ayudó a aceptarme a mí mismo»
Hipólito Furtado
 
El turismo como actividad mundial
Williams Read
 
Ferias vecinales (I)
Liber Trindade
 
Ferias vecinales (II)
Liber Trindade
 
La Unidad Alimentaria pone en riesgo a Melilla
Lilián Fachelli
 
Nick Jonas en Uruguay: Un sueño hecho realidad
Melissa Trindade
 
Nick Jonas en Uruguay: Una mala organización
Camila Buldain / Cinthya Trindade
 
Erradicar la «guetización»
Dante Nieves
 
Nota de tapa: Un personaje en el barrio conciliación
Liber Trindade
 
Cultura: «Piedra, papel y tijera»
Hipólito Furtado
 
Cultura: Luis Fonsi en Uruguay
Hipólito Furtado
 
Lanzamiento de la temporada turística 2011-2012
Liber Trindade
 
El censo en diferido
Diego Plada
 
Columna al servicio de la libertad: Ni una muerte indiferente
Patricia Soria Palacios
 
Cómo veo a Montevideo
José Píriz
 
Todos los artículos

 

 

Archivo | Artículos | Lectores | Créditos
Las imágenes y opiniones vertidas en los artículos y espacios contratados son de exclusiva responsabilidad de sus autores
© 2011 Al día