La antigua agenda de un desorden mundial |
Ed Vaghi |
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La historia de las «sociedades secretas», caracterizadas por rituales y el uso de símbolos, permite en ocasiones conocer la verdadera raíz de algunos acontecimientos. |
En Uruguay el Nuevo Orden Mundial es un tema tabú. El Nuevo Orden Mundial no es nuevo ni es orden. No es nuevo ya que utiliza la religión para conseguir la devoción de los pueblos y pretende el poder absoluto justificando cualquier medio sin interés humano o religioso. No es orden porque lo dirigen organizaciones secretas, quienes han fijado en el dinero la razón universal y absoluta de las cosas. Su objetivo, mantener el mundo bajo un mismo control y bajo un mismo dominio. Esta agenda o plan siniestro data de hace unos 4 000 años atrás, ya que la Biblia nos revela que al final de los tiempos existirá un gobierno mundial único y que además este gobierno estará sustentado por una religión mundial única. Desde el Imperio babilónico hasta el Imperio romano El primero de mayo de 1776 Adam Weishaupt fundó la orden Illuminati en el antiguo fuerte jesuita de Bavaria, llamándola primero como «Los Perfectibilistas» y más tarde como «Los Iluminados de Baviera» (Illuminati). En 1784 Weishaupt y su familia huyeron a Gotha, en Sajonia, ya que los miembros de la masonería y los Illuminati fueron perseguidos por las autoridades políticas y religiosas de Baviera tras ser descubiertos documentos en la casa de Weishaupt que hablaban de dominar la masonería, derrocar las monarquías de Europa y terminar con la Iglesia católica, mediante los mismos métodos que utilizaron los jesuitas para defenderse de los protestantes. Es decir, mediante la infiltración de doctrinas. Hoy en día se especula, tras investigaciones modernas, que Weishaupt fundó la orden Illuminati como plan para la supervivencia de los jesuitas, llevarlos a Estados Unidos y así expandir su poder en el mundo. Según el escritor John J. Robinson, Adam Weishaupt ha sido el máximo conspirador de todos los tiempos. Promovió una ideología globalista, la cual pretende acabar con todos los Estados, los gobiernos y todas las religiones. La organización Illuminati mundial controla a toda la masonería y está controlada por las trece familias que dominan el mundo. Y quienes desde 1913 son dueñas de la entidad privada «Reserva Federal de New York» y que han logrado su poder controlando el sistema bancario. Entre estas familias se encuentran Los Rockefeller, los Rotschild y los Morgan (miembros del Club Bilderberg) [v. Al día #34, p. 6 → http://bit.ly/1w5PeZp]. Los hilos de las sociedades secretas son similares a una gran pirámide cuya base está conformada por muchas sectas independientes. Sin embargo, a medida que nos elevamos hacia la cúspide, esos grupos secretos se acercan más entre sí, en donde deberán coincidir y con enlaces inimaginables. Los crímenes del alto poder político que evidencian vínculos entre mafia y servicios secretos, las manipulaciones de las prominentes élites financieras, las misteriosas complicidades de que parece solazarse el narcotráfico, el enorme fraude oficialmente tolerado de los paraísos fiscales. Todo esto evidencia que esta imagen piramidal debe ser exacta. Y es evidente que se trata de un pequeño grupo de hombres el que ha conseguido acumular el suficiente poder para gobernar los destinos del mundo. Con el paso del tiempo se ha ido acusando a la historia oficial de silenciar demasiadas cosas. A contra cara, la historia de las sociedades secretas permite en ocasiones conocer la verdadera raíz de los acontecimientos. Vale traer a la memoria el famoso discurso de Kennedy sobre las sociedades secretas, poco después y luego de enfrentarse explícitamente al poder de las 13 familias dueñas de la Reserva Federal terminó sin vida. El concepto «sociedad secreta» que aparece en todas las enciclopedias hace referencia a una organización caracterizada por una creación secreta o por otros rituales; por el uso de insignias o emblemas, símbolos, contraseñas u otros signos externos de reconocimiento. |
El lenguaje secreto simbólico del Nuevo Orden Mundial El número 13 aparece repetitivamente en los billetes de dólar, debido a que 13 es la cantidad de estados que se independizaron de Inglaterra para formar lo que hoy conocemos como Estados Unidos, aunque para los masones significa el número de la transformación. Y como final, el águila, este bello animal, además de aparecer en los billetes de dólar fue durante muchos años uno de los principales símbolos del nazismo. El lema que se lee en la cinta que lleva el águila, «E pluribus unum», el cual también está compuesto por 13 letras, significa «De muchos, uno». Casualidad es un término que utilizamos cuando desconocemos el origen de la causa. En 1990, Steve Jackson, inventor de juegos de roles, estaba planeando su nuevo juego, que se llamaría Juego del «Nuevo Orden Mundial Illuminati». Jackson estaba creando un juego que muy bien relacionado estaba con el plan actual de los Illuminati, «encaminar al mundo al Nuevo Orden Mundial». ¿Cómo supo Steve Jackson del plan Illuminati con tanta precisión? De hecho, él conocía el plan tan exactamente que recibió una orden anónima que le «sugería» que no publicara este juego. En la mañana del 1 de marzo y sin previo aviso, una fuerza de agentes armados de un servicio secreto ocupó las oficinas de Steve Jackson Games y comenzó a buscar evidencias en sus computadoras. La residencia del escritor de GURPS Cyberpunk también fue invadida. Una gran cantidad de equipos fueron confiscados. Una de las computadoras era la que corría el programa Illuminati BBS. La compañía Steve Jackson Games se defendió en los tribunales y finalmente ganó el pleito. Este hecho destaca que el Gobierno, en aquel entonces al mando del presidente George Bush, estaba preocupado por algo que Steve Jackson Games estaba preparando y buscaban un motivo para invadir sus oficinas y confiscar sus materiales. El set de cartas completo de Steve Jackson detalla el conocimiento que tenía Steve Jackson sobre los eventos que los Illuminati habían planeado. El juego acierta en eventos que realmente ocurrieron, aunque algunos de ellos sucedieron más de una década después de que salió el juego a la venta. El ataque contra Estados Unidos el 11-S sirvió de pretexto para una llamada «guerra contra el terrorismo». Pero ¿sabemos realmente quién estuvo detrás de los atentados? La historia oficial no resiste el más leve análisis. 50 científicos de Estados Unidos desafían la historia oficial del 11 de septiembre alegando que las Torres de Nueva York colapsaron por demolición controlada. En la mañana de los atentados del 11 de septiembre de 2001 no acudió al trabajo ninguno de los más prestigiosos banqueros y financieros que todos los días ocupaban las Torres Gemelas. Del mismo modo que en el 11-M de Madrid, las víctimas fueron trabajadores. ¿Hay alguna lógica que explique esto, salvo que los autores trabajaban para los ricos y poderosos que se libraron del atentado? La «guerra contra el terrorismo» está directamente asociada a la venta de armas y tecnología militar, la conquista de mercados y el control de recursos estratégicos como el petróleo y la energía. Y está directamente asociada a la rentabilidad capitalista, es un pilar más que significativo de la economía norteamericana y mundial. Si se terminara con la «guerra contra el terrorismo» se desplomaría la estructura financiera a escala global. Al Qaeda y Bin Laden fueron sustituidos por el Estado Islámico que opera en Irak, Siria y casi todo Medio Oriente. Grupo terrorista creado y entrenado como el fin de generar la «nueva amenaza contra la humanidad». En fin, hay un sinfín de episodios ya sucedidos en tema de agenda del Nuevo Orden Mundial. Y América Latina es uno de los pilares de este plan, esto ya lo anunció el ministro de Exteriores ruso el 27 de agosto del 2014 en el foro juvenil Seliguer, que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) está marcando una tendencia para crear un mundo multipolar. «América Latina es una región pujante, que se está desarrollando y que tiene muy buenas perspectivas, así que pronto será, y ya lo está siendo, uno de los pilares del Nuevo Orden Mundial», sostuvo. |
El 15 de junio del 2014, en medio del mundial de fútbol de Brasil, se juntaron mandatarios de 133 naciones — entre las que se encuentra Uruguay— para participar de la cumbre del G77 que se inauguró en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, bajo el lema «Hacia un Nuevo Orden Mundial para vivir bien». Durante su intervención en la plenaria de la cumbre Cristina hizo un análisis al respecto de la cumbre «Hacia un Nuevo Orden Mundial para vivir bien». |
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