Cauces de agua contaminados
Liber Trindade
 
 
 

Si no se toman inmediatas acciones, el eslogan de Uruguay, país natural, será solo eso, un simple eslogan que no se sustenta con nuestra realidad.

 
 
 

Esta semana pasada tuve que ir todos los días a Florida a dictar un curso. La ruta 5 lucía con mucha agua a ambos lados, producto del desborde de ríos y arroyos ante las copiosas precipitaciones.

Pero lo que me llamó más la atención, al pasar por el puente sobre el embalse del arroyo Canelón Grande, fue la cantidad impresionante de espuma que se generaba en la caída de agua, como si se hubiese vertido detergente en cantidad, por lo cual decidí parar a registrar unas imágenes.

Luego intenté ver en Internet algún registro sobre alguna situación similar, allí encontré varias notas de distintos medios de prensa, en particular locales, de la ciudad de Salto, donde en el mes de abril de este año apareció gran cantidad de espuma en el río Uruguay. Frente a distintas consultas que hicieron ante las autoridades competentes, no hubo una respuesta concreta, simplemente se plantearon varias hipótesis, de posibles agrotóxicos arrastrados por la lluvia, una reacción natural del agua, hielo flotando, una reacción producto de las bajas temperaturas… Con los días se informó que no se había encontrado nada anómalo en el agua que perjudicara a la gente.

Volviendo a Montevideo, más adelante y antes de ingresar a Canelones, a nuestra izquierda corre el arroyo Canelón Chico, este también estaba totalmente desbordado y allí se podía apreciar la cantidad de basura que arrastraba, todo tipo de desechos, bolsas de nylon se podían ver, que se enganchan a las ramas bajas, alambrados, similar a lo que vemos en otros tantos cauces de agua.

Un poco más adelante, cuando pasamos la rotonda de ingreso a Canelones y tomamos la recta hacia Montevideo, ese lugar tiene una característica particular, no importa si pasamos de día o de noche, allí uno de nuestros sentidos nos alertará inmediatamente en el lugar que nos encontramos, porque es tal el olor a podrido al pasar por allí, que con ventanillas abiertas o cerradas nos daremos cuenta de lo que estoy relatando.

Hace unos años hice un informe desde ese lugar, a la derecha había un montón de construcciones precarias que la Intendencia de Canelones quería erradicar. Esos vecinos me invitaron a conocer la realidad del otro lado de la ruta, allí existen grandes «lagos podridos», me indicaron, el agua de estos proviene del frigorífico que está enfrente a pocas cuadras. Generaron cinco lagos de decantación, donde el agua va pasando de uno a otro, para luego el agua que de allí sale pasar directamente a ser vertida sin otro tipo de control al arroyo Canelón Chico.

Ahora imagínense, si soportar ese olor nauseabundo es bien desagradable cuando nos desplazamos en un vehículo y a gran velocidad, lo que representa esta situación para todos los vecinos que viven allí en la zona, que usa el espacio de recreo que hay en el lugar.

 

El agua va a parar al río Santa Lucía, justo antes de la planta de Aguas Corrientes, de donde se saca todo el agua que va a parar a la canilla de la cocina de su casa

 
 

Para ver si tomamos un poco de conciencia, veamos dónde va el agua del arroyo Canelón Chico donde se vierte el agua del frigorífico, va al mismo lugar donde fue a parar toda la espuma del arroyo Canelón Grande, va a parar al río Santa Lucía, justo antes de la planta de Aguas Corrientes, de donde se saca todo el agua que va a parar a la canilla de la cocina de su casa, con la que enjuaga,  hierve sus alimentos, la misma que toma, con la misma que se baña, por lo menos para toda el área metropolitana.

Si cree que no le va a pasar, en abril de 2013 había sido el primero en hacer el informe sobre la situación de la Laguna de los Cisnes, que está atrás de Salinas, de donde se toma el agua para alimentar a más de 100.000 ciudadanos en la Ciudad de la Costa, allí también había grandes problemas de contaminación, producto de las plantaciones de soja hasta la misma orilla de la laguna y los agrotóxicos que allí se aplican en avionetas, sobre una zona poblada. 

También hicimos el informe sobre familias con grandes problemas por usar el agua de una laguna que está a la salida de Soca, muy contaminada por una mina que allí existía y todos sus hijos estaban con elevados niveles de plombemia.
Podría seguir con los ejemplos de todo el país, pero lo que importa es entrar al plano de la reflexión, del análisis y de inmediatas acciones, porque sino el eslogan de Uruguay, país natural, será solo eso, un simple eslogan que no se sustenta con nuestra realidad.

 
 

Tenemos un país increíble, la naturaleza nos dio un lugar privilegiado en el mundo, pero lo estamos arruinando, no hay punto del país que no esté afectado. Veíamos hace tiempo a un jerarca de OSE con un vaso de agua de color verde en la mano y públicamente decía «tranquilos que es totalmente potable», como si el agua se tratase del pantano del personaje Shrek.
Ya se nos agotó el tiempo, toda nuestra basura va a parar a los cauces de agua, ya sea la que drena de los basureros municipales, la que va a parar a las bocas de tormenta, la que arrojan a orillas de las cañadas y arroyos, como el Miguelete, el Pantanoso, entre otros, o el mismo Canelón Chico.

Hasta un llamado a las urnas se hizo hace años para la defensa del agua, lo concreto es que no se vio más toda aquella preocupación que mostraba parte del espectro político, pasó aquella votación y no se hizo nada en concreto, solo vemos cómo día a día perdemos calidad, que no solo nos afecta a nosotros, sino a todos los animales, a nuestros cultivos, que son los que nos dan casi todo nuestro sustento como país.

Acá lo que importa es que se trabaje desde todos los lugares posibles, para generar conciencia, desde la escuela en forma inmediata, desde todos los niveles de la educación, desde la información al público en general. Se deben tomar medidas drásticas a todos los niveles, tanto en el campo como en las ciudades, como en otros tantos temas, acá no importa derecha o izquierda, acá se trata de H2O, acá se trata de la vida misma, nosotros somos agua.

Esto no solo se arregla con la aplicación de multas, porque para muchas empresas es más rentable pagar la multa que hacer lo que corresponde, entonces simplemente siguen infringiendo la ley, pagando multas y el ciclo de contaminación continúa. 

También hay que tener buen criterio en las soluciones que se plantean, se ha informado que se alambrará a 150 metros la margen del  río Santa Lucía, ahora creen que eso resolverá los problemas que les estoy contando.
Tenemos intendencias, ministerios, que deben actuar con firmeza y habrá que cambiar la normativa, en aquellos puntos que dejen vacíos legales, para que todas las medidas resulten efectivas.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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